VERSOS A LO DIVINO
Jesucristo es convidado a
cenar en casa de Simon

  Nuestro Dios fué convidado
Con mucha veneracion
En la casa de Simon
Estuvo regocijado.

  En el templo predicaba
Aquella verdad divina
Enseñando su doctrina
Sumiso se preocupaba,
Por el pecador oraba
El cordero inmaculado
Con cariño i mucho agrado
I tranquilidad serena
A una espléndida cena
Nuestro Dios fué convidado.

  Tan presto como llegó
Jesús con suma pureza
En su divina cabeza
Bálsamo se derramo
Maria la enjugó
Todo su cuerpo, en razon,
Con alegre corazon
Fué su jenerosidad
Contemplaba esa deidad
Con mucha seneracion.

  En la mesa, por gran suerte,
Dijo Jesus por su nombre
El hijo de Dios hecho hombre
Será entregado a la muerte,
Con un sentir tambien fuerte
Decia en conversacion
Llenos de conternacion
Sus discipulos quedaron,
Unos a otros se miraron
En la casa de Simon.

  Volvioles a replicar
De nuevamente a testigo,
Dijo: el que come conmigo
Es el que me va a entregar,
I mui luego he de entrar
Al suplicio separado
Porque el término ha llegado
Que vo muera en una cruz.
En Betania el buen Jesus
Estuvo regocijado.

  Al fin, Judas le vendió
A su divino maestro,
Como era apóstol diestro
A judios lo entrego
La plata que recibió
Fué para su perdicion.
Aquella inícua traicion
Que el pérfido ejécutó
A los infiernos cayó
Sin tener resolucion.

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