LAS LIMEÑAS
y el cholo Prado cele-
brando la toma de
PISAGUA.

  Bien sabemos que al Perú
No le queda mas recurso
Que unos cuantos billetitos
Pero billetes sin curso.
Aunque Daza con tiempo
  Les ha mandado
Gran cantidad de coca
  A sus aliados:
  A sus aliados sí,
  Y en adelante
No usarán las limeñas.
Corcés ni guantes.
¡Quién sufre con paciencia
Tanta indijencia!

  Estaba Prado bailando
Con una zamba amor fino
Cuando un parte le llegó
Que lo hizo perder el tino,
I al saber los chalacos
  Que se tomaron
A Pisagua los nuestros,
  Se desmayaron:
  Se desmayaron si
Válgame Dios
Yo les temo a las balas
I al RIFLE no,
Decia una limeña
Guapa y risueña.

  Las tapaditas limeñas
Al estado van a dar
Para ayuda de la guerra
Sus útiles de afeitar.
Todo puede ser cierto,
  Pero esas chicas
Imposible es que vivan
  Sin la botica:
  Sin la botica sí,
Porque hasta Prado
Siempre sale a la calle
Asicalado.
Ai, ai, ai, Mariano
Dáte otra mano.

  El amor de las peruanas
Es igual al pan caliente
Que cuando se deja enfriar
Ni el diablo le entra el diente.
  Toda limeña tiene
  Su CAMOTITO
Unas lo tienen grande,
  Otras chiquito:
  Otras chiquito si
Porque las cholas
Gustan de los camotes
Como ellas solas.
Ofrécele a esa niña
Un par de PIÑAS!

       El ciego Acuña.

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RETRATO DE UN PRISIONERO
del “Huáscar”
rendido en
ANGAMOS

  Un macaco prisionero
De los que el “Huáscar” traia,
Hoi duerme a pierna tendida
Con sus demas compañeros

  Tiene este astuto macaco
La singular cualidad
De lucir su habilidad
Cuando se ofrece, el bellaco;
Y el discipulo de Caco,
Como es mono aventurer
Se enganchó de marinero
El charlatan mentecato
Y nos envió su retrato
Un macaco prisionero

  Cuando ya se vió aprehendido
de enemigos rodeado,
Daba este mono malvado
Agudísimos chillidos:
Nunca el Perú se ha rendido
Con voz de mico decia,
Y echarse al agua quieria
Lleno de terror y espanto.
Siendo este un bravo de tantos
De los que el «Huáscar” traia;

  Tiene un mirar indecente
es panzón y mofletudo
Y muestra mui amenudo
Dos andanadas de dientes
Brinca y salta de repente
Manifestando alegría
lo pasa todo el dia
Riendo y haciendo monadas;
Sin que lo preocupe nada
Hoi duerme a pierna tendida.

  Si una muchacha divisa,
La mira y le causa asombro
Suspira y se encoje de hombros
Y se tienta de la risa:
Y al ver que no simpatiza
Con ninguna, el majadero
Lejos arroja el sombrero
Y se consuela dichoso
Comiendo a roso y belloso
Con sus demas compañeros.

  Por fin, al Parque Cousiño
Al orangutan llevaron
I allí muchas lo mimaron
Con grandisimo cariño
I el, temblando como un niño,
Les dijo que eran divinas
I que teniendo propina
Aunque mísero peruano;
Deseaba obtener la mano
De una bella santiaguina.

       El ciego Acuña

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