Verso Literario

  Rompe el pardo jilguerillo
Al aire marchando ufano;
El buen cazador armado
Le priva el camino sano.

  La nave lijera labra
Su solidez a la vela,
Sobre la mar así vuela
Soplando el descuerna cabra;
El campo feraz se labra
Ostento y el sol su brillo,
Cual volátil parlerillo
Volando con seriedad,
Del viento la inmensidad
Rompe el pardo jilguerillo.

  El aquilon cuando llueve
Con estrépito mui fuerte,
A las goteras convierte
En escarcha y dura nieve;
Y así fórmase un relieve
De hielo y fluido lozano;
Es el tormento cercano
Que la avecilla recibe,
Porque el vuelo le prohibe
El aire marchando ufano.

  Surca el rayo en la sombría
Noche cuando se desprenden
Y sus materias descienden
De relámpagos por guia;
Y entre la montaña umbría
Las aves que han alojado,
Despues de haber entonado
Su dulce himno de amor
Suele herirle con rigor
El buen cazador armado.

  De encima del horizonte
El sol se pone a alumbrar
Y con su luz a hermosear
Las cimas del alto monte.
Y el animoso sinsonte
Emprende el vuelo temprano
Por escapar del tirano
Alcon, que en los bosques entra
Porque éste donde le encuenta 
Le priva el camino sano.

  Al fin en la primavera
Toda ave alegre canta
Con su celestial garganta
Alaba al Dios de la esfera
Recreado en la faz entera
El pájaro volatil
En la mañana de Abril
Recorren todo el espacio,
Despues forman su palacio
Las aves en un pensil.

       JUSTO ROBLES,

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AL FENÓMENO
DANIEL MENESES
POR SATÍRICO.

  Boca inmunda de los cauces.
Mas biena cállate la boca;
Fenómeno insecto vil,
Veo tu memoria loca.

  Dos sátiras me tiró
En versos primeramente,
Como fué tan exijente.
Robles se las contestó;
Mii defectos me sacó:
Debajo de aquellos sauces
Lo pillé matando lauces,
Para tí es un refran nue vo
Toma, chúpate ese huevo,
Boca inmunda de los cauces.

  Déjate, mas bien, baboso,
Cállate por un segundo,
No seais en hablar inmundo,
Impúdico, revoltoso,
Mala lengua, mentiroso,
No sabes lo que te toca,
Veo que tu ciencia es poca;
De cólera estás que hierves;
Dejiste de hablar, imberbe;
Mas bien cállate la boca.

  Este inhumano nació
Con dote de poner émulo,
Tal como Rómulo y Rémulo
En una cueva se crió.
De aquel desierto salió
Y se fué a un pueblo jentil;
Hoi de Chile es el astil,
Poeta popular profundo,
¿Cómoo vinistes al mundo,
Fenómeno, insecto vil?

  Como papagayo habla
El tal poeta nortino;
Creo que ni pan con vino
Le dan y lo pasa en jaula.
Este es el loro urdemaula
Que a todo el mundo provoca,
Ladra como perra choca
Y plende al jénero humano.
Cállate mas bien, marrano,
Veo tu memoria loca.

  Al fin, si te hallo en la plaza,
Las manos yo te compongo
Y de pasada te pongo
En la boca una mordaza.
Mirate mejor tu trasa,
Esa retrato tu figura,
Pobre nécio, sin ventura,
No sé qué le dió o qué tiene,
Que a censurarme a mi viene
Y él mismo no se censura.

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LOS PRESOS
QUE CAEN A LA CÁRCEL.
Sin distinción, de categoría

  El que cae prisionero
Por una frajilidad,
Pasa en esta soledad
Sin amparo y sin dinero.

  Señores: yo certifico
Con justísima razon,
Que caen sin escepcion
El pobre mendigo, el rico,
Como cae el grande, el chico,
Cae el peon, cae el obrero,
Tambien cae el estranjero,
Aunque sea monseñor;
Es la desgracia mayor
El que cae prisionero.

  Tambien cae el comerciante
Por vender el falso anillo,
Como cae el tinterillo
Tambien cae el estudiante;
Cae preso el temperante
Por rara casualidad;
Cae el tuno en realidad,
El paisano, el soldado,
Como cae el hombre honrado
Por una frajilidad.

  Tambien cae el campesino
En casa del jabonero;
Tal como cae el ratero,
Así cae el asesino;
Así tambien cae el chino;
Y el que vive en la orfandad
Libre de caer no está;
Igualmente el abogado,
Al ser incomunicado
Pasa en esta soledad.

  Tambien cae el orgulloso
Que ayer alegre vivia;
Caen a la policía
El sabio y el mentiroso.
Nadie en caer es gustoso,
Según refiere un cochero,
Como cae el zapatero
Ya se ha visto, y confieso
Que es terrible caer preso
Sin amparo y sin dinero.

  Por último, el juez condena.
Al que delito comete;
Diez años a mala siete
Lo mandó a sufrir la pena;
Un grillo y una cadena
Le pusieron por bellaco;
junto con otro patraco
Toda su prision sufrió,
Y estando preso aprendió
Las de Quico y las de Caco.

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CONTESTACION
A LAS DOS SÁTIRAS QUE LE HIZO
Daniel Meneses a su competidor

  MENESES, ¿en qué le ofendo?
Por haberme publicado
Tus versos, he contestado
Porque no se quedes riendo.

  Tú me hicistes una ofensa
Con intento de burlarme.
Y de mi centro sacarme
Con tu mentira propensa;
Veo que mui poco piensa
En lo que pasa escribiendo;
Cometes error tremendo,
Y esto no lo conocís;
Para que me publiquís,
Meneses, en qué te ofendo?

  Si yo contesto tu verso
Es porque tú hablas lujuria
Y al contemplar tanta injuria
Me haces ver que eres perverso;
No he visto en el universo
Hombre tan mal doctrinado;
Te trato de descarado
A tí que sois poeta lirico,
Te envio un verso satírico.
Por haberme publicado.

  Te dije, pues, dió con 
Que no era consonante,
Y tu por salir avante
Escribistes dió y bebió;
Pero él mismo conoció
Al ser de mí censurado;
Volvió atrás desesperado.
Con Justo siguió el fandango
Y por sacarte del fango
Tus versos he contestado.

  En lugar de agradecer
La advertencia que te hice,
Como hai un refran que dice:
«Me pagas con ofender;
Pues ahora quiero ver
En tu saber estupendo,
Si sigues versos haciendo
Igual a los anteriores,
Contesto tus sinsabores
Porque no te quedes riendo.

  Por último, mentecato,
Me insultas en poesía,
Sin pensar que yo tenia
La horma de tu zapato;
Voi a darte de barato
Calzado de mui buen cuero,
Paga mas bien, pordiosero,
Aquella elevada cuenta
Que tú debes en la imprenta,
Narices de sapo arriero.

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EL PATRON USURERO
Y EL
SIRVIENTE HONRADO

  Un caballero tenia
Un sirviente mui honrado;
Tres años al hacendado
Sin descansar le servia,
Y al contemplar esto un dia
Fué donde su patron [  ]
—Señor, le dijo, yo [ignoro]
De vestro bolsillo el ga[  ]
Creyóse rico el paisano
Con tres escuditos de oro.

  Despues este buen sirviente
El dinero recibió,
A correr tierras partió
Por el campo alegremente
Con esto fué suficiente
Para cruzar aquel llano:
Un pobre y mísero enano
Su dinero le pidió,
Y de recompensa le dió.
Tres virtudes al paisano.

  Nuestro honrado campesino
Con esta felicidad
Se alegró tanto en verdad,
Que continuó su camino;
Se fijó que un asesino
Al pié de un árbol estaba.
Observando que cantaba
Una tenca linda y bella.
Poseer el ave aquella
El usurero deseaba.

  El paisano tomó
El arma con prontitud,
Y como era de virtud
A la tenca le apuntó;
Al pié del árbol cayó
En aquel enredadero;
Tomó su violin lijero
Y a la nota que tocó
Y con tocar le ganó
Cien pesos al usurero.

  Al fin se fué mui contento
El paisano que nombro,
Tomó su escopeta al hombro
Y a la espalda su instrumento
A contemplar su lamento
El usurero pasó;
En vano lo demando
A los jueces del reten
En vez de sacarla bien
De nuevamente bailó.

Imp. Valparaiso.—Victoria, 391.

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VERSO
DEDICADO A LOS AFICIONADOS
a las CARRERAS y al CANTO

  En una larga distancia
He corrido y he ganado,
Dando concha, tiro y lado.
Y asegurando ganancia.

  Entré con uno a cantar
Hombre de mucho sentido,
Donde fuí comprometido
Darle una y todo juar;
Me dió algo que pensar
Cuando yo ví su arrogancia;
Con mi verso de impostancia
Queriendo que me reproche,
Canté con él dia y noche
En una larga distancia.

  Le conocí su talento
Y en versar mucho se ataja,
Llevándome la ventaja
Que tocaba el instrumento;
Con un lindo parlamento
Y un desarrollo esmerado
En aquel caso forzado
Nos estrechamos los dos:
Con una vara en la voz
He corrido y he ganado.

  En la primera salida
Nos dimos un encontron;
El puso su fundacion
Por punto de astronomia:
Su nombre le conocia
Como me lo han ponderado,
Yo tambien entusiasmado
Le contesté de improviso:
Vean que lo garantizo,
Dando cancha, tiro y lado.

  Dice el pobre manco viejo
No me dejo atropellar;
En el correr y el cantar
No se me ha hallado cotejos;
En los paises mas lejos.
Se ha oido mi consonancia,
Desde mi moderna infancia
Mi nombre se manifiesta:
Pongo doble en la apuesta
Y asegurando ganancia.

  Defendiendo mi derecho
Al fin les doi a saber,
En el cantar y correr
No me rindo en ningún trecho;
En la vara pecho a pecho
Topeando con fantasía,
Prometo mas garantía,
Y en lo que ando no me apuro,
Porque me encuentro seguro;
Tambien doi la primacía.

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VISITA DE JUSTO ROBLES
AL
POETA POPULAR MENESES

  De la Cordillera vengo
A ver al poeta nortino:
Sal, intrépido, al camino
Meneses, te lo prevengo.

  Me has buscado la pendencia
Haciendo irrisión de mí;
Fué porque te reprendí
Tu mal entendida ciencia;
Compadezco esta indecencia
Y en hablar no me detengo, 
Razón mui sobrada tengo
Al tratarte de un jumento,
Y a caballo en tu talento
De la Cordillera vengo.

  En la cancha se ve el gallo
Vencido por un capricho,
En tu verso ya me has dicho
Que soi del sentido fallo;
Calla la boca, caballo,
Mas bien déjate, pollino,
Misero, inmundo, cochino
Si sois de Constantinopla,
Robles envia esta copla
A ver al poeta nortino.

  Me dice que soi borracho
Este brujo fanfarron;
Cállate mas bien, bribon
Patas y orejas de macho;
Si eres del Norte, gabacho,
Deja, chonchon, tu destino,
Supuesto que sois latino,
Y que hablas con esfuerzo,
A contrarestar mi verso
Sal, intrépido, al camino.

  Imberbe, mal entendido,
Te pones hablar de política,
No recuerdas que mi critica
Dió con bebió no ha sido,
Dió con no te he repetido,
Y aquí tu lengua detengo,
Firmemente me sostengo
En decirte ranfañoso,
No seas tan mentiroso,
Meneses, te lo prevengo.

  Al fin, Daniel fué mi amigo
Por espacio de dos años,
Y ahora por desengaños
Promete ser mi enemigo;
Te critico y te lo digo
Para que no seais marica,
Te mando de la botica
Una píldora purgante;
Sin pasar mas adelante
Solo te dejo la pica.

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UN TAPABOCA
AL POETA
DANIEL MENESES
POR MENTIROSO

  MENESES, si yo pudiera
Abandonar mi comercio,
Como quien agarra un tercio
Tus versos tira te hiciera;
Mientras te tiras la pera,
A mí no me causa susto,
Ni menos me da disgusto
En este primer ensayo;
Lleva a la cancha tu gallo
Y te las verás con Justo.

  Si aceptas mi desafío
Con la propuesta que te hago, 
Me verás luego en Santiago,
Perro mal agradecido;
Dime por qué has escondido
Los versos de anteriormente;
Tres veces haces presente
Con un solo consonante;
Me alegó este pobre errante
Que están bien y es suficiente.

  Los versos de dió con 
Dime por qué no vendís;
El loco que tú decis
A tí te los criticó;
Fijate bien de que yo
Por ideas no critico;
Para que no seais borrico
Y hables mas bien en razon,
El que toca el guitarron
Te manda este tapa-hocico.

  Te digo, facineroso,
De que tu memoria mengua,
Siempre sois un mala lengua
Y acérrimo mentiroso;
Eres un perro goloso,
Por tu descarada frente;
No te hallo modo de jente
Aunque tú lo quieras ser;
Eres para mi entender
Pobre diablo impertinente.

  En fin, si tú has de cantar
Tu memoria la diviso, 
Por lo que hace al improviso 
Te doi guacha y todo juar,
Sitio me has de señalar
Y buscar quien los defina;
Métele, no seais gallina,
Tú que tienes lugar de ocio,
Creo que en vez de negocio
Te vas a labrar tu ruina.

JUSTO ROBLES.
CALLE DE LOS LECHEROS Nº 46.

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CONTRAPUNTO
DE UN GALLO
y un Pollo sin estacas.

  Un Joroba y un Tullido
Se hallan en contra-punto,
Quien vencerá en este asunto
Digalo el mas entendido;
Hai uno mui aguerrido
Que habla con tal descollo,
Promete de echar al hoyo
A Robles con su desden,
Pero te dice tambien
En la cancha se ve el pollo.

  Tú que eres gallo de estaca
Y yo que soi pollo raso,
Creo que de un aletazo
Te hago perder la maraca;
Y si Justo a tí te atraca
Encomiéndate a don Gollo
O a la Virjen de Andacollo
Para que seais protejido;
Déjate de tu ladrido:
En la cancha se ve el pollo.

  Patas y orejas de chancha,
Si quieres seguir mi escala,
Donde Santos la Cristala
Lleva tu gallo a la cancha;
Aquí se vé quién engancha
Con entero desarrollo, 
Pues yo quiero ver tu arroyo
Si tiene buena vertiente:
Ante un público de jentes
En la cancha se ve el pollo.

  Tu gallo es de mucho arrojo,
Bien lo conozco y lo veo
Con mi pollo en el toreo
No vais a perder un ojo;
Embisteme, no seais flojo,
Ni te aparentes al toyo,
Desenguaraca tu rollo
De versos, pelafustan,
Yo te digo por refran:
En la caucha se ve el pollo.

  Al fin, Meneses, te digo
Si sois como las panteras,
Señala el sitio que quieras
Para que cantes conmigo;
Te lo prometo y me obligo,
A tí que eres afamado,
De dejarte avergonzado;
Y de antemano te aviso,
Si cantas al improviso,
Te doi cancha, tiro y lado.

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VERSOS
DE
PURO AMOR

  En una mano el amor
En la otra agravio presente;
Al mismo instante quisiera
Castigarte y no ofenderte.

  Tomé la pluma y pensé
Fijarme donde el tintero
Y en señas de que te quiero
Un blanco papel te envié.
A mis sentidos llamé
Que firmaran sin temor;
Mis labios con mas primor
Son los que dan esta prueba
Y el portador que te lleva
En una mano el amor.

  Al poner la fecha dije
Mi nombre y apelativo,
Y en las lineas que te escribo
Mi corazon se me afiije;
Verás que ésta se dirije
Con el objeto inminente
Que por encontrarse ausente
Las dos niñas de mis ojos,
En una verás enojos,
En la otra agravio presente.

  Bajo de una nota bella
Quiero mandarte adicion:
Dame la contestacion
Con la tinta que se sella;
Si algún sentir atropella
Al Correo o su carrera,
Si una tarjeta tuviera, 
Talvez de que me alegrara,
Y ésta se me contestara
Al mismo tiempo quisiera.

Al ver mi nombre firmado
  Digo no mas que soi tuyo,
Cierro el pliego y lo concluyo
Con la oblea que he pensado;
En el sobre va sellado
Y el sello es por defenderte, 
Y si es que llegan a verte,
Pongo a ruegos del cartero,
Y él te dirá que yo quiero
Castigarte y no ofenderte.

  Por último, bello encanto,
Contéstame en el instante
Si he de ser o nó tu amante,
Para no padecer tanto.
Tengo un sentir pero aguanto
Por tu belleza y ternura;
El amor no es travesura,
Según nos dice Cupido,
Que él quedó de amor rendido
Al pié de la sepultura.

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