Literatura

Es prision mortificante
       Dante,
Veleidoso como una ola
       Zola,
Que baña peñascos crueles
       Apeles,
Con ellos voy por los rieles
De mi cariño triunfante
Ensalzando en mis rabeles
A Zola, Apeles y Dante.

  Es gloria que no se vende
       Allende,
Ni que se pide emprestado
       Salgado,
Como árbol que se deshoja
       Pantoja,
Y así cuando se me antoja
Hago «Contrapuntos» buenos
Como esos bravos chilenos
Salgado, Allende y Pantoja.

       J. Francisco Elgueta,
       Poeta Artístico.

Imp. y Enc. Penquista.— Concepcion.

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El asesinato del Pollero
Relato completo del Crímen.
EL HECHOR
ES CONDENADO A MUERTE
SOLICITA SU INDULTO
(ROMANCE)

  La media noche seria
si mi memoria no yerra
cuando, por una ventana
entró el Chonchon a mi pieza.
Como sé que es este un pájaro
correo de malas nuevas
quedéme, ansioso esperando
lo que decirme tuviera;
como que es él quien al punto
que algún crímen se perpetra
viene volando a mi cuarto
del crímen a darme cuenta
para que yo lo relate
a los que estos versos lean.
Estuvo el «Chonchon» mirándome
y luego con voz siniestra
me dijo cerrando un ojo:
” Se fatalizó Sanhueza!!
” Con el Pollero y con Campos
” salieron de una taberna
” en donde habian bebido
” varias copas de cerveza,
” para irse á dormir la mona
” cada uno a su vivienda.
” Iban los tres muy contentos
” hablando cosas diversas,
” como ser: de sus negocios,
” de sus viñas y cosechas;
” al llegar frente a una casa
” de la calle de Carrera,
” en donde estaba parando
” por aquel tiempo Sanhueza,
” invitó a sus dos amigos
” con muy corteses maneras
” a que entraran un momento
” a departir a su pieza.
” La charla trajo las copas
” y siguieron pronto a éstas
” los vocablos injuriosos
” y las palabras groseras;
” de repente se abalanza
” lleno de furor Sanhueza
” contra el infeliz Pollero
” y lo hace rodar por tierra;
” a Cámpos dice en seguida
” que lo agarre de las piernas
” y sacando una navaja
” a su victima degüella.
” Huye despues espantado
” del sitio de aquella escena
” de dia y de noche oyendo
” los gritos de su concieucia
” no obstante haber sido el crímen
” fruto de la borrachera.
” La justicia inexorable
” caminando tras su huella
” dió al fin con él y engrillado
” trajéronlo de su hacienda
” y en oscuro calabozo
” sufriendo dos años lleva,
” sin escuchar otro ruido
” que el ruido de sus cadenas.
” Hace poco, condenado
” ha sido a la última pena.
” ¡Permitan Dios y la Vírjen
” no se cnmpla la sentencia!
” y que en vista de que ha sido
” siempre un buen hombre, Sanhueza
” encuentre en los majistrados
” misericordia y clemencia».

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CARTA
DE
un Soldado a su Camarada

  Mi querida Nicolasa.
Dejo el fusil por la pluma
Para saber si hay alguna
Novedad en nuestra casa.

  Desde que me hice soldado
Gozo de salud propicia.
Un eterno adios he dado
A los ponches con malicia;
El aguardiente de grano
No lo huelo tan siquiera
Pues solo de esta manera
Se puede estar bueno y sano,
Mi querida Nicolasa.

  Es verdad que de primera
Pensaba muy de contíno
En el Huachacay y el vino
Con agua aunque mas no fuera,
Mas hube de acostumbrarme
Y ahora ni a cañon rayao
Me hacen beber en tal suma
Que llegue a carambolearme;
Por eso hoy sin tar curao
Déjo el fusil por la pluma.

  La mar de tiempo a que espero
Carta tuya o de tu hermana
Mas, por la tardanza infiero
que a las dos falta la gana
Miéntras yo me desespero;
Y así cuando salgo franco,
Que es de las doce a la una,
Voy al Correo a buen tranco
Para saber si hay alguna.

  Por el cabo Retamales
Que estuvo aquí en vez pasada
Sé que estás libre de males
Y atrozmente embarazada.
Cuida con afan prolijo
Al que en dia no lejano,
Si la suerte ne es escasa,
Será, a la vez que buen hijo,
Un honrado ciudadano
Y orgullo de nuestra casa.

  Oigo que tocan retreta
Y aunque escribiéndote gozo
Pienso alcanzar mi jineta
Siendo puntual y celoso.
Y aquí termino, mi ñata
Estos malhechos reglones
Pidiéndote mil perdones
Pues no te mando la plata
Por…… muchísimas razones.

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Contrapunto
ENTRE EL
HUASO Y EL FUTRE

  En la tienda de un bachicha
Estaba parado un huaso
Pronto ya a empinarse un vaso
Lleno hasta el borde de chicha
Pasó un Futre de colero,
De guantes, leva y junquillo
Y levantado el potrillo
Dijo el huaso: “Caballero,
Perdone que un pobre roto
Que está pasando un güen rato
Quiera compartir su plato
Con usté; pues aunque indoto
Sin escritura, ni ciencia
Ni físicas, ni gramática
Puede entablar una plática
Con la mesma Presidencia;
Contimás que para un trago
No se necesitan leves
Y así aunque sea hijo e reyes
Atráquese que yo pago”.
El Futre puso una cara
De toro bravo cuyano
A quien arriero inhumano
Las verijas garrochara
Y mirando de reojo
Al huaso franco y ladino
Exclamó fuera de tino
Con grandes muestras de enojo:
“Te pensais que un caballero
Noble, buenmozo y decente
Vaya a meterse con jente
De tu laya, majadero
Si aceptara, mis hermanas
Y mi mamá que dirian!
Contigo no beberia
Aunque muriera de ganas”.
— “Miren el futre encolao!
No era ¡recontra! pa tanto
Si a brindarle me levanto
Es porque soy educao,
Y cuando me hallo gustando
Y està la cartera llena.
Como yo no siento pena
No quiero a naide llorando”.
— “Cuidado con decirme eso
Huaso atrevido y bellaco
Que voy a llamar un paco
Para que te lleve preso”.
Esto que el huaso hubo oido
Se hace que saca el chicote.
Y el futre las echa al trote
Todo confuso y corrido.
El huaso se quedó riendo
De ver al futre que huia;
Y, quien sabe, si todavia
No irá el hijuna corriendo!

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La gran inundacion
DEL BIO BIO
RELATO
en Poesía Moderna del suceso

                     Continuará la his-
                  toria en un Roman-
                  ce escrito especial-
                 mente y que se ven-
                     derá pronto, muy
                  barato, a la vez que
                     estamos en crísis.

  Salió de su cauce el rio!
Dios me dé talento y seso
Para que pueda, el suceso,
Relatar como es debido.

  El diezisiete en la noche
Comenzó el rio a crecer
Cual si sintiera placer
En hacer de agua derroche;
Y fué creciendo el Judío
En tal forma y tales modos
Que al punto pensaron todos:
¡¡Salió de su cauce el rio!!

  Mandóse a la policía
Que acudiera prontamente
A dar auxilio a la jente
Que en el agua se perdia;
Mas la jente no quería
Sus casas abandonar
Prefiriéndose ahogar
En aquel raudal espeso.
Y para esto yo contar
Dios me dé talento y seso.

  Despues de órdenes sin cuento
De los jefes y oficiales.
Fueron con ánsias mortales
Prestándose al salvamento.
Se sacaron los chiquillos
Sobre los hombros trepados
Los pascuales tan mojados
Que parecian pitíos
Sudaban con grande exceso
Conforme yo que atinjido
Quiero contar el suceso.

  En carreras y alborotos
Muchas cosas se estraviaron
Aunque infinitas libraron
Los del órden y los rotos.
La Mercedes Conejeros
Perdió un manto de espumilla,
Un zapato, dos sombreros,
Una enagua y su bombilla;
La Sinforosa Ledesma
Un vestido de percala
Y su marido una lezna
Cuatro dientes y una pala
En fin que es larga la lista
Y el tiempo no ha permitido
Este hecho que nos contrista
Relatar como es debido.

  Pero, queridos lectores.
Les prometo que muy luego
Y aunque me cueste sudores
Les daré tantos detalles
De lo ocurrido en la Mocha
En las casas y en las calles
Que van a quedarse tiesos
De puro gusto al mirar
Escrita en preciosos versos
Tanta cosa singular.

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