¡Viva Chile!
COMBATE NAVAL EN IQUIQUE
EL 21 DE MAYO
LA «ESMERALDA» A PIQUE

  La Esmeralda i Covadonga
Con Prat, Condell i Serrano,
Combatieron como tales
Al negro e infame peruano.

  En Mayo, glorioso dia,
El veintiuno les diré:
Aunque yo allí no me hallé
Pintaré su valentía;
Cuando ya el Huáscar venia
Prat manda i nadie resonga;
El cañon que se proponga
En contra de las naves buenas,
Pelearon como chilenas
La Esmeralda i Covadonga.

  Llegó el Huáscar con sus fachas
Queriendo gastar ostentas;
Con el cañon de a trescientas
Intentó darle las huachas;
Pero se fué a lo que es hacha
Aquel marino profano,
Con un valor de espartano,
Aunque era gran disparate,
Entró el Huáscar en combate
Con Prat, Condell i Serrano.

  La Covadonga viró
Hácia el lado de la playa,
Vió que la otra se encalla
Volvió cara i le cruzó;
La Independencia izó
Su bandera a los leales,
¡Pero si nuestros chacales
No parecian cristianos!
Como leones africanos
Combatieron como tales.

  La pobre Esmeralda estaba
Peleando con el jigante;
El monitor que al instante
Con furor la espoloneaba;
Su jefe no acobardaba
Con el acero en la mano,
Mas valiente que un pagano
Despues que al Huáscar saltó,
Combatió hasta que murió
Al negro infame peruano.

  Al fin, la gloriosa nave,
Despues que ya se fué a pique,
Quedó en las aguas de Iquique
Como ya el lector lo sabe;
Aunque el caso era grave
No desmayó en su valor,
Se fué al fondo con honor
Defendiendo nuestra estrella;
Para reemplazar a ella
Se compró otra mejor.

DANIEL MENESES
Poeta Nacional Chileno.—Calle Morandé, Núm. 955

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Gloria
al capitan Prat

  ¡Viva Prat, el mui valiente!
Aquél heróico campeon,
Rindió la vida peleando
Por defender la Nacion.

  Viva el Veintiuno de Mayo!
A la Esmeralda en Iquique,
El Huáscar la plantó a pique
En aquel primer ensayo.
Embistieron como el rayo,
Aunque no eran competente
Crióse por todo el oriente
Són de renombre en la historia.
Y yo digo de memoria:
¡Viva Prat, el mui valiente!

  Cuando ya los divisaron
Al Huáscar e Independencia,
Para ponerse en defensa
Sus cañones prepararon.
El tiroteo empezaron
Al retumbar del cañon;
Tan feroz como un leon,
Defendiendo la bandera,
Saltó al Huáscar de manera
Aquel heróico campeon.

  Lo quiso como asaltar,
I lo que lo vió perdido
Les hizo un fuego nutrido
Aquel coloso del mar.
Los principió a cañonear
Aquel jefe con su mando;
Los chilenos contestando,
Aunque se encontraban solos,
Por no entregarse a los cholos
Rindió la vida peleando.

  Prat dijo a sus varoniles
Con enerjía i coraje:
¡Muchachos! al abordaje
Con cañones i fusiles!
Quiso el Huáscar con sus viles
Hundirles el espolon,
I el chileno de intencion
Al monitor se saltó
I en la cubierta murió
Por defender la Nacion.

  Por fin, el acorazado,
Con una intencion perversa,
Quiso tomar a la fuerza
A nuestro bravo soldado.
Lo encontró tan reforzado
Pues algún quehacer les dieron
El combate sostuvieron;
A nuestro Gobierno dile
Que al grito de ¡viva Chile!
En el mar se sumerjieron.

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Deseos para mi amada

  Deseo del gallo el canto
Del ruiseñor la alegría,
Una música de guia
Para el dia de tu santo.

  Quisiera tener talento
I andar por varios lugares,
Para ver si en mis cantares
Puedo hacer algún invento.
Quiero para mi contento
De Elías su hermoso manto,
Aun quiero sin quebranto
Las voces de la Sirena.
I por desechar mi pena
Deseo del gallo el canto.

  Le pido a Dios la arrogancia
Que me dé con su poder,
Tambien deseo tener
De Cándio la consonancia,
He deseado de mi infancia
Estudiar filosofia
Por ver si mi poesia
La hago salir de rudeza,
Quiero para mi tristeza
Del risueñor la alegría.

  De Ciceron la elocuencia
Quiero en mi mente tener,
La hermosura de Ester
I de Salomon la ciencia,
Del santo Job la paciencia,
De Platon sabiduría,
Poseer la luz del dia
Mi oscura mente desea,
Voi a comprarme a mi idea
Una música de guia.

  Quisiera ser como Homero
Que fué un insigne poeta,
En este hermoso planeta
El hizo versos primero.
Quiero ser el rei Asuero
Pero sin formar espanto,
I así sabiendo yo tanto
Tema en todas las historias
Iré a cantarte tus glorias
En el dia de tu santo.

  Al fin, quiero ser el Dante
Grande pero no moderno,
Para bajar al infierno
I de allá volver triunfante.
Quiero ser judio errante
I andar por toda nacion,
Pido al dios de la mansion
Que me dé el sosiego i paz,
No quiero morir jamas
Hasta la consumacion.

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Versos de amor

  Qué hubo de eso, Margarita,
Le dijo un huaso templado,
Aquí lo tengo pegado
Le contesta la huasita.

  En una fértil colina
Una cabaña existia,
I adentro de ella vivia
Una hermosa campesina.
I un galan se determina
Ir a hacerle una visita.
Para darle una cosita
La convidó a un escondrijo,
I se le atracó i le dijo:
Qué hubo de eso, Margarita.

  La huasa quedó pensando
En lo que se le decia,
I por si algo conseguia
Se le fué al huaso atracando.
Para seguirla abrazando
Corrió i se le sentó al lado
Como un desesperado
Le preguntó sin temor,
Diga si me tiene amor
Le dijo un huaso templado.

  La campesina dió un grito
De susto i se desmayó
I el huaso se le atracó
Para darle así un besito;
Cuando sintió el calorcito
Volvió en sí con desagrado;
El beso que tú me has dado
En mi boca es peor que hiel
I si preguntas por él
Aquí lo tengo pegado.

  Se la llevó a un maizal
Para quitarle la pena;
Como no quiso a la buena
Tubo que querer por mal.
Fué al suelo como un costal
I no se le dió nadita
Con una furia inaudita
El agarró a la infeliz,
Lárgame, no me apretis,
Le contestó la huasita.

  Al fin, cuando pasó el susto
Se le presentó en batalla,
Pero al salir a la raya
Ambos dos tuvieron gusto.
Todo salió mui al justo,
El trabajo de un ratito
Cumplieron el apetito
Sin atajo i sin reveses
I al cumplir los nueve meses
Dió la huasa a un huasito.

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Mis creencias verdaderas

  No creo en la casa santa
Formada en Jerusalen,
No creo en la Vírjen pura
Ni en sus misterios tambien.

  No creo en la relijion
Del Pontífice romano,
Creo en el gran soberano
De la celestial mansion,
No creo en la confesion,
Porque el precepto quebranta,
No creo yo en lo que canta
En la iglesia el penitente
Como soi un buen creyente
No creeo en la casa santa.

  Si toditos mi creencia
Tuvieran seria justo,
Vivirán mui a gusto
Moralmente i con decencia,
Solo en un Dios de clemencia
Hai que creer sin deten
Protesto aquí como ven
La lei del papa, diabólica,
Ni creo en la fé católica
Formada en Jerusalen.

  Creo en el Niño Jesus
Que fué hombre i harto sabio
I Herodes por un agravio
Lo hizo morir en la cruz.
Creo en la divina luz
Que nos da el Dios de la altura
Sin ella todo a oscura
Estaba i Dios la bendijo
I porque parió a un hijo
No creo en la Vírjen pura.

  En los milagros no creo
Que hacen los santos de palos,
Quién sabe si han sido malos
Esos hijos de Asmodeo,
La degollacion no la veo
De los niños de Belen,
I si creo en el Eden
Todo el mundo me desprecia,
En fin, no creo en la Iglesia
Ni en sus misterios tambien.

  Al fin, la gloria es la plata,
El infierno la pobreza
I el malo de la cabeza.
Por ser un santo se mata,
Aborrezco a toda beata
Que a Dios toma por marido,
Digo al clero en mi sentido
Sin declararle la guerra,
Lo que se muere se entierra
I olvida lo que ha querido.

Imp. Cervantes

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Muerte i testamento
de don Agustin Edwards
PROTECCION A LOS POBRES I A LOS
HOSPITALES

  La patria cual Magdalena
Perdió un hijo i por él llora;
Ya el sentir la devora
Por causa de tanta pena.

  Noviembre, dia primero,
La infame parca atrevida,
Cortó el hilo de la vida
A nuestro hombre banquero.
Le dejó el finado al clero
El oro a manos llenas,
Bueno el varon de alma buena
Que al cristianismo hizo fuerte!
Por eso siente su muerte
La patria cual Magdalena

  Cual filósofo eminente
La creencia médica dijo
Que con su saber prolijo
No se hallaba competente
Darle la salud al paciente
En esa critica hora,
I de él la suerte implora
El clero con hidalguía
Por eso la Iglesia hoi dia
Perdió un hijo i por él llora.

  El enfermo mui atento
Con sus tonitos traviesos,
Testó trescientos mil pesos
Para hacer un gran convento.
Nuestro prelado contento,
Quedó, ninguno lo ignora;
Con los bienes que atesora
La Iglesia progresa mucho;
Con la muerte de don Cucho
Ya el sentir la devora:

  Los pobres que hai en Santiago
Tambien tocan treinta mil,
Con esta plata un barril
De vino comprará el vago.
¿Quién no toma a gusto un trago
Hoi dia con plata ajena?
De cerveza una docena
El mas pobre comprará,
I llorando tomará
Por causa de tanta pena.

  Otra cantidad igual
Legó a los pobres del puerto,
Quizas ántes de ser muerto
El ilustre liberal;
Quiso él con su capital
Aliviar todos los males;
En estos momentos tales
Nos servirán esos cobres,
Despues que legó a los pobres
Legó a los hospitales.

DANIEL MENESES
POETA NORTINO Morande, 8-A

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Las alegacías en el Congreso
ENTRE PECHOÑOS I LIBERALES

  Alegan en el Congreso
Por los empleados fiscales,
Se hacen hoi cruda guerra
Pechoños i liberales.

  Nuestro gran Ministro Toro
Les ha salido mui lobo;
A los que viven del robo
Se les ha puesto mui moro;
Defiende el hombre el tesoro
Porque no es nada leso,
Ya le estan sintiendo el peso
Los oligarcas bubáticos,
I por eso los fanáticos
Alegan en el Congreso.

  Tambien dicen que no es cierta
Los hijos de la orfandad,
I prueban que no es verdad
Los robos que ha descubierto;
Principalmente en el puerto
Es donde reinan los males,
Qué diran los radicales
Que son hombres tan divinos,
Si lloran los josefinos
Por los empleos fiscales.

  Descubrió en ferrocarriles,
Estafas, i en las aduanas
Que serán pocas cien planas
Para apuntar tantos miles;
Pronto los demas ediles
Pretenden echarle tierra,
Al robo, según se encierra
En todos esos sayones;
Los honrados i ladrones
Se hacen hoi cruda guerra.

  Si todito el Ministerio
Fuera igual en lo que miento,
No habria ningún hambriento
Pasándolo de hombre serio;
Este Chile no es imperio
De los señores curiales,
La cuestión es ser iguales
En ciudades i en campiña;
Pasan en continua riña
Pechoños i liberales.

  Al fin, el balmacedista
Que trabaja por el pueblo,
Ya cree que hizo arreglo,
Con el liberal reyista;
Lo que cuento en esta lista,
No es por ponderacion;
Si siguen la desunion
Entre ellos como se ve;
Pronto veremos de pié
A la gran coalicion.

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La guerra con la Arjentina
SERA INEVITABLE, I SU ALIANZA CON
EL PERÚ I BOLIVIA

  Chile con sus batallones
Se prepara a combatir
Solo para resistir
El golpe de tres naciones.

  Por primera la Arjentina
Se está armando hasta los dientes,
Con sus hombres tan potentes
Va a buscer su última ruina.
Acá tambien se camina
A Europa a buscar cañones;
Nuestros soldados son leones
En vez de hombres humanos,
I atacará a los cuyanos
Chile con sus batallones.

  Bolivia va de segunda
Cargada de yuta i coca;
Aquella potencia loca
No se sabe en qué se funda.
Talvez que mui poco cunda
Su gran coraje, es decir,
Tambien quiere medir
En fuerzas con nuestro roto
I formando su alboroto
Se prepara a combatir.

  Por tercero está el Perú
Con gran escuadra en el mar,
Ya que no viene a pelear
A los llanos de Maipú.
Clámele a Belzebú
Que no les deje morir;
Si llegasen a venir
Nuestro ejército no es zoco,
Chile se arma de a poco
Solo para resistir.

  Por el centro, sur i norte
Pretende atacarnos Roca,
I a Chile con jente poca
Lo hallarán del mismo porte.
Ya cuando el corvo los corte
A esos negros maricones,
Con los aliados sayones
Caerán en mil pedazos;
Resiste roto en tus brazos
El golpe de tres naciones.

  Qué hacen esos hombres grandes
Que no contestan al ché:
Cuando ya de aquí se vé
En las cumbres de los Andes;
Hasta el mismo Juan Fernández
Ellos pretenden llegar.
Por la tierra i por el mar
Propalan que se harán reyes;
I yo les digo a los cheyes
No se les vaya a turbar.

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Versos de esquinazo

  Al oir mi dulce canto
Despierta preciosa Ester;
Deja tu lecho señora
Mira que te vengo a ver.

  Gustoso i con alegría
Tomé la vihuela atento,
I me marché mui violento
Solo a darte el feliz dia.
Quiero hacerte compañía
Yo sin ser un varon santo,
Me presento sin quebranto
A cantarte a tu ventana,
I sale de buena gana
Al oir mi dulce canto.

  No duermas tanto paciente
Que el sueño es como la muerte,
No sea que en polvo inerte
Quedes de un de repente.
Vístete lijeramente
Que está para amanecer,
Yo te vengo a entretener
Trovando versos divinos;
Por eso al oir mis trinos
Despierta preciosa Ester.

  Un ramillete de flores
Traigo para regalarte;
Si no llegas a enfadarte
Te declaro mis amores.
Ya están los blancos albores
De la esclarecida aurora,
Anunciándote la hora
Antes del toque de diana;
Si pretendes vivir sana
Deja tu lecho señora.

  Yo vengo a darte el contento
Mui feliz en hora buena,
Disipa tu angustia i pena
Al són de un pobre instrumento
Deseo el tomar asiento
Junto a tí, en buen parecer,
Goza de gozo i placer
Si acaso te hallas despierta;
Sale a esperarme a tu puerta
Mira que te vengo a ver.

  Al fin, ninfa, sin mentir,
Vine a hacerte una visita;
Pero te dejo solita
Hoi! que ya me voi a ir.
Me quiero aquí despedir
Con gratitud i con anhelo,
Te han de servir de desvelo
Mis amorosas tonadas;
Al pintar las alboradas
Dame la dicha i consuelo.

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Versos de literatura

  Aurora resplandeciente
Empréstame tus albores,
Para alumbrar mis amores
Hoi que te tengo presente.

  Luego que amanece el dia
Te presentas mui galana,
Vestida de rica grana
Con gran lujo i bizarría;
Naces de la jerarquía
Con una estrella en la frente,
Cuando asomas de repente
De tu lujoso palacio;
Alumbras todo el espacio
Aurora resplandeciente.

  Todo estaria a oscura
Sin tu luz aurora bella,
Tú eres la brillante estrella
De la humana criatura;
Es tu claridad tan pura
Dicen los sabios autores,
De todos los moradores
Ninguno a tí se compara;
I para ver si eres clara
Empréstame tus albores.

  Todo los dias temprano
La tiniebla te abre paso,
I te deje hasta el ocaso
Florido el camino sano;
En invierno i en verano
Sois coronada de flores,
Tus rayos armonizadores
Iluminan a la esfera;
Por eso yo los quisiera
Para alumbrar mis amores.

  Si llegases a faltar
Solo por tener reposo,
Ningún cuerpo luminoso
Podria al mundo alumbrar;
Siempre tu dicha es estar
En las puertas del Oriente,
Alumbrando permanente
A los tres reinos unidos;
I aclárense mis sentidos
Hoi que te tengo presente.

  Al fin las aves parleras
Por toditos los lugares,
Te alaban con sus cantares
De las mas altas riberas;
Solo ellas son las primeras
Que te ven aparecer,
Armonizando el placer
Pasas como vespertina;
Con esa luz matutina
Encantas a todo sér.

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