De la cruz al sepulcro
I SU RESUCITACION AL CUARTO DIA

  En la tumba sepultado
Su cadáver yerto i frio,
En la mansion del olvido
En un féretro labrado.

  Estuvo la Vírjen pura
Con un dolor temerario,
Hácia al pié del Calvario,
En un valle de amargura.
El hijo de su ventura
Fué escupido, abofeteado,
I el pueblo mui asombrado
Al ver lo que nunca ha visto;
I quedó el cuerpo de Cristo
En la tumba sepultado.

  Al principiar su agonía
Se encomendó el Hijo al Padre,
A presencia de la madre,
Que a su vista la tenia;
Le dió paz, le dió alegría
Con un tan tierno amorio.
Le dijo un varon judío
Aquella santa mujer:
Pronto tendremos que ver
Su cadáver yerto i frio.

  Al dar su postrer aliento
Los vientos se confundieron
I hasta su brillo perdieron
Los astros del firmamento.
Creo que otro igual tormento
Ningún humano ha sufrido:
Azotado i mal herido
Fué el amante Jesus;
Quedó despues de la cruz
En la mansion del olvido.

  Tan pronto como espiró
Los elementos temblaron;
Los muertos resucitaron
De la pena que les dió;
La tierra se estremeció
I el sol se notó eclipsado,
I despues que fué bajado
Del madero el Unitrino,
No fué su cuerpo divino
En un féretro labrado.

  Por último, lo envolvieron
En un lienzo al Redentor:
I fué el único favor
Que los cristianos le hicieron.
Diré los que no creyeron
Francamente en lo que escribo,
Con voz i con tono altivo;
Aquel soberano juez
Al cuarto dia despues
Se volvió a levantar vivo.

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