Muerte de Jesus
A LO DIVINO

  Tu muerte cruel, dolorosa,
Señor mio Jesucristo,
De pena me hace llorar
Con el corazon contrito.

  Cuando el Salvador del mundo
Murió por el hombre impío,
Perdonó a aquel cruel judío
Que lo vendió en un segundo.
I al despedirse, me fundo
En esa hora penosa,
Recibió muerte afrentosa
En medio de su dolor;
Llevó hasta el mismo traidor
Tu muerte cruel, dolorosa.

  Espiró en la cruz clavado
Humanado el Hijo Dios,
Sufriendo un dolor atroz
Por enseñar lo sagrado.
Murió humilde i resignado
Como hijo de Dios bendito;
Libertó al hombre maldito
De las llamas del infierno;
Eres el padre mas tierno
Señor mio Jesucristo.

  Viendo que estaba entregado
Siempre lo mortificaban:
De espinas lo coronaban
Para tenerlo afrentado;
Fué encarnecido i llevado
Hasta el Calvario a espirar.
Por eso al considerar,
Cuando la lanza lo hirió,
Todo lo que padeció,
De pena me hace llorar.

  Por la calle de Amargura
Lo llevaban los sayones,
Sin sufrir sus corazones
Al ver aquella alma pura.
Iba lleno de dulzura
El Dios excelso infinito,
I yo al mirarlo inaudito
De su martirio horroroso,
Adoro al Dios poderoso
Con el corazon contrito.

  Por último, al tercer dia
Resucitó i subió al cielo,
Nuestro divino consuelo,
El rei de esa jerarquía.
Quedó la vírjen María
Llorando, dice la historia,
Por la víctima espiatoria
Que aquel dia, refuljente,
A vista de tanta jente
Se fué elevado a la gloria.

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