Un crímen que causa horror
Voi a contar verbalmente,
Para dejar al corriente
De este suceso al lector.
En la calle de Chiloé
Del barrio del Matadero,
Fué muerto un abastero
El juéves según diré.
No sé la causa por qué
Se cometió el estupor;
Mas creo que es el licor
Que estos males a acarreado,
I por él se ha presenciado
Un crímen que causa horror.
Estaba el jóven Simon
Mui tranquilo en un negocio,
I allí por pasar el ocio
Entró por entretencion.
De afuera, con intencion,
Llegaron de un de repente
Seis hombres tan imprudente,
I a Gutiérrez, reprendieron,
I el hecho que cometieron
Vai a contar verbalmente.
Le buscaron la pendencia
Sin que él les diese motivo.
No hemos de dejarte vivo
Le dijeron con urjencia.
El los miró indiferencia
I se les mostró prudente;
Pero aquella indigna jente
La vida lo hizo perder,
I todo esto doi yo a ver
Para dejar al corriente.
Dos puñaladas mortales
Le dieron al corazon,
Sin tenerle compasion
Esos hombres criminales,
Mas me parecen chacales
En las iras i el furor.
No temieron al Señor
Que les mandase un castigo;
Por eso franco le digo
De este suceso al lector.
Al fin llegó policía
I los tomó prisionero,
I al cuartel fueron, lo infiero,
A pagar su picardía
Ahora se hallan hoi dia
Con grillos i encadenados,
Furiosos desesperados
Pensando solo en la muerte,
Maldicen su mala suerte
Mui bien encalabozados.
DANIEL MENESES
POETA NORTINO, Morandé, 8-A
