La Arjentina se rindió
A nuestro Chile florido:
Con su ejército aguerrido
El miedo se la comió.
Se firmaron los tratados
Entre Chile i la vecina:
Se ha evitado la ruina
De estos dos pueblos aliados;
Pero siempre bien armados
Han quedado, lo sé yo;
Nadie me dirá hoi que nó,
Que un tiempo tendremos paz.
Solo por armarse mas
La Arjentina se rindió.
Roca pidiendo perdon
Está i no se halla que hacer:
¡Quién lo pudiese poner
El la boca de un cañon
A ese jeneral bribon
Que ha metido tanto ruido!
El corvo lo ha convencido
Al sonar de la tambora;
Por eso rindete ahora
A nuestro Chile florido.
Despues de tanto espolear
Nuestro bullanguero hermano
La bravura del cuyano,
En lo que vino a parar!
Hoi ya no quiere guerrear
Porque se encuentra perdido:
Es que ya oyó el rujido
De nuestro leon tan capaz,
Por eso se ha hecho atras
Con su ejército aguerrido
Se dice que aceptarán
Los tratados: ¡Dios los guarde!
Para estallar mas tarde,
Señores, como un volcan.
Aunque tan armados están
La sangre se les heló;
Tantos buques que compró
I tan buen rico armamento;
Pero en un solo momento
El miedo se los comió.
Al fin te digo, Cuyana,
Por si a tí pelear te cuadre,
Anda i hácete comadre
Con la cobarde Peruana;
Invita a la Boliviana,
Que es brava como una perra,
I así cruzarán la sierra
Ambas las tres bien unidas:
Si llegan a ser vencidas
Nunca mas piensen en guerra.
Imprenta, Moneda, 25
