En la tumba sepultado
Su cadáver yerto i frio,
En la mansion del olvido,
En un féretro labrado.
La Patria se halla de duelo
Porque un ministro perdió,
Hombre que desempeñó
Su ministerio con celo.
Siempre vivió sin recelo
I era el mas apreciado;
I hasta lo eterno increado
Con mis cantares me avanzo,
Diciendo que está en descanso
En la tumba sepultado.
Era de grata dulzura,
Bondadoso i cumplidor;
En su gran puesto de honor
Recto i de conciencia pura.
Pero su negra ventura
Lo llevó a lo mas sombrío;
Llegó con su señorío
La parca devoradora,
Por eso se encuentra ahora
Su cadáver yerto y frio.
Desapareció el mortal
De un momento a otro momento,
Por un loco atrevimiento
Que en el mundo no hai igual.
La mano de un criminal
Causa de su muerte ha sido,
Siendo de que fué querido
Por lo bueno i lo simpático,
I hállase hoi el diplomático
En la mansion del olvido.
Dicen que fué un caballero
El que le dió la cruel muerte:
Maldice su mala suerte
El cuico ya prisionero.
Por todo el pais entero
Sus amigos lo han llorado
I el dia ménos pensado
Recibió golpes funestos;
Por eso se hallan sus restos
En un féretro labrado.
Al fin, hoi el boliviano
Se revuelca en la prision,
Maldice de corazon
A su sacrílega mano.
Dicen que estaria insano
Porque lo que hizo no es poco.
Piensa quedar cocoroco
Aquel cuico impertinente:
Nos dice toda la jente
Que quiere pasar por loco.
