Sucedió en la Artillería
Un drama que causa horror,
El cual te cuento, lector,
Con la mayor sangre fria.
Un oficial ese dia,
Estando alegre i contento,
Fué el autor de lo que cuento:
Con justísima verdad
Por una casualidad
Le dió la muerte a un sarjento.
Conociendo el crimen fiero,
El que habia ejecutado,
Charpin, bastante asustado,
Se entregó prisionero;
La victima fué un primero,
Hombre bastante querido;
En las armas distinguido
Era por lo militar;
Pero ya fué a descansar
A la mansion del olvido.
El suicidio de la callé de las Rosas
Hoge se quitó la vida
En la calle de las Rosas:
Talvez por distintas cosas
Quiso emprender la partida;
Mortal ha sido la herida,
Según la esplicacion
Que dió el diario, i con razon,
Siguiéndolo paso a paso,
Para pegarse el balazo
Se valió de un baston.
El del señor Latorre en la calle de Molinas
En la calle de Molina
Se suicidó un tal Latorre:
Vean como el tiempo corre
Trayendo a muchos la ruina;
Es una plaga dañina
Que a Chile está infestando,
I yo escribiendo y pensando,
Pregunto como ocurrente:
¿Qué diablos tiene la jente,
Que sola se está matando?
El otro de una niña en Iquique
Al fin, la jóven Sofía
También se mató en Iquique.
No digan que esto es palique
Que invento yo en mi poesía.
Ya esto es una herejía
Que hace la jente chilena;
La época no es mui buena,
Bien mal estamos pasando.
Si me la ganan versando
Me voi a matar de pena.
