Por la puerta del Congreso
Yo pasé no sé qué dia:
Me dió mucha repugnancia
Al oir tanta porfía.
Un errazurizta hablaba
Como orador elocuente;
Un aliancista del frente
Principió a hacerle la pava;
Recoje, infame, tu baba,
Le dijo, no seas leso.
No hai que quitarles el hueso,
Yo les contesté de afuera;
I pasé a toda carrera
Por la puerta del Congreso.
Propuse tocar la puerta,
I de adentro me sintieron;
No la toque, me dijeron,
Fijese de que está abierta.
Por mi abuela, que ya es muerta,
Les brindo yo esta poesía:
Viendo que se me pedía,
Lo hice con sentido pleno.
Por ese infierno chileno
Yo pasé no sé qué dia.
Scotto con sano pecho
Dió principio a la comedia,
I habló como hora i media
Por defender su derecho.
Se les muestra mui arrecho
A los hombres de la infancia;
I yo con mucha elegancia
Esta versaina les brindo:
Aunque hablaron de lo lindo,
Me dió mucha repugnancia.
Mac-Iver tambien habló
Como buscando el vaiven;
Por no haberlo hecho bien,
Poco i nada me gustó.
Al campeon le canto yo
De lujo i de fantasia:
Con destreza i maestría,
Sin ocupar ni una historia,
Se me turbó la memoria
Al oir tanta porfia.
Por último, en el Senado
Lo que se ve es marullo:
Cada cual defiende el suyo
Que no le salga coleado.
A los dos les he zurrado
Con un grande memorial;
Salga bien o salga mal,
Al lazo saldré, lo indico:
Digo que don Federico
Es un neto liberal.
Imprenta, Moneda, 25