El indulto DE LA PENA DE MUERTE DE LOS REOS QUE ESTABAN EN CAPILLA, JORJE ORTIZ I JOSÉ LUIS ACOSTA.

  Acosta i a Bezanilla
Les firmaron el perdon:
Los dos tuvieron la suerte
De Dimas, el buen ladron.

  El juéves los Consejeros,
Juntos con Su Excelencia,
Revocaron la sentencia
En los momentos postreros.
Ya estaban los prisioneros
Cada uno en la Capilla:
Con alma pura i sencilla
A Dios le clamaban franco,
I los libertó del banco
Acosta i a Bezanilla.

  De Sán Bernardo pidieron
Indulto para José,
I el cual, como aquí se ve,
Mui pronto lo consiguieron
Los del Consejo oyeron
Con benigno corazon
I hallaron que era razon
En el momento veloz:
A un mismo tiempo a los dos
Les firmaron el perdon.

  Tambien de Iquique mandaron
Solicitud en atencion:
Pidieron por compasion,
Conmutacion, i alcanzaron.
A un reo libertaron
De los brazos de la muerte.
En aquel trance tan fuerte
Fué liberto, se orijina,
Por la la permision divina,
Los dos tuvieron la suerte.

  Ya estaban sin esperanza
Solo pensando en morir,
Cuando les llegó, es decir,
La hora de la bonanza.
La misericordia alcanza
Del Dios de la creacion;
Mas cuando los ruegos son
Justos i con eficacia,
Han obtenido la gracia,
De Dimas, el buen ladron.

  Al fin, es perpetuamente
El reo Ortiz condenado;
I con Acosta, el nombrado,
Se han mostrado mas clemente,
A veinte años mui presente
Tengo que lo sentenciaron,
El indulto lo firmaron,
Porque el clamoreo oian,
Cumplieron lo que pedian,
Pero en la prision quedaron.

Imprenta, Moneda, 25

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