Está la barca encerrada
Donde rezó a la barbesa,
Tambien hai una princesa
De estrellas coronada.
Hai un ser que representa
A toda la vida humana:
Desde la éra cristiana
Es él que las alimenta.
Se le adora con ostenta
En la Iglesia venerada
I por todos respetada
Es i con mucho decoro.
Dentro de un cofre de oro
Está la barca encerrada.
El mismo Dios permitió
Darnos su sangre a beber
I su carne a comer,
Lo dijo i lo cumplió.
Esto con amor nos dió
Con divinidad i pureza,
I el que por gusto i vileza
Lo niega, pierde la gloria;
I está la santa custoria
Donde rezó la barbesa.
Es un misterio bendito
Que no se puede tocar,
I se encuentra en el altar
Hecho por el Infinito.
Libre de todo delito
Es él por su gran nobleza,
Se venera con viveza
Bajo del celeste imperio;
I aparte de aquel misteri[o]
Tambien hai una princesa.
Descendió de la mansion
Con un poder sin segundo,
Desde que existe en el mundo
Representa la pasion.
Con mucha veneracion
Es amada i ensalzada;
Aquella insignia sagrada
Fortalece al hombre en pos,
I está la madre de Dios
De estrellas coronada.
Al fin, María Santísima
Desde el cielo, dia a dia,
Nos da la paz i alegría
Con su poder la beatísima
Divinidad sacratísima.
Es ella por su dulzura
Del trono de la hermosura
Aquella humanada ser,
Ampara con su poder
A la humana criatura.
