No siente perder la vida
El hombre por el querer;
Olvida lo mas sagrado
Por amar a la mujer.
Sanson, cuando vió a Dalila,
Perdió la quetud, la calma,
I desde entónces su alma
No pudo vivir tranquila.
Sintió que se le aniquila
Porque ella fué apetecida.
Con voz dulce i no finjida
Le declaró su pasion;
I el que ama de corazon
No siente perder la vida.
No hizo no mas que mirarla,
Le cayó en gracia al momento,
I hasta tuvo el mal intento
Contra su pecho estrecharla;
I para poder amarla
No halló qué remedio hacer;
Le dió a su padre a saber
Su amor, como bien se advierte.
No le teme ni a la muerte
El hombre por el querer.
Para unirse con ella
La llevó un dia al convento;
Lleno de gozo i contento
Dió su mano a la doncella.
I quiso su mala estrella
De que fuera traicionado:
De piés i manos atado
Se vió por ella en verdad.
Por amar a una deidad
Olvida lo mas sagrado.
La esposa no le fué fiel.
Dicen los textos hebreos:
Lo entregó a los filisteos
Para burlarse de él.
I el justo Dios de Israel
Lo principió a protejer:
Viendo su gran padecer
Quiso él no fuera perdido;
I así se pierde el sentido
Por amar a la mujer.
Al fin, despues de casado
Vino a conocer su error,
Pero siempre con amor
Vivió con ella a su lado.
Por otro nuevo adorado
Traicionó al grande varon.
Sobre esta misma razon
No hai que quedar indeciso,
Vengó lo que ella le hizo
En el templo de Dagon.
Imprenta, MONEDA,