Segundo verso
del combate de
Oliveros con Fierabras

  Oliveros mal herido,
A la batalla salió;
Combatió hasta que dejó
Al enemigo vencido.

  Llegó el orrible pagano
Donde Cárlos Magno estaba,
Mui luego lo desafiaba
Hácia el campo mano a mano
Pronto le dijo el anciano
Marcha sobrino temido,
Contéstales prevenido
Las bravatas de este infiel;
Pero si salió por el
Oliveros mal herido.

  El Conde que les prevengo
Buscó al moro de fijo;
Cenando lo encontró le dijo
Contrario en nada te arengo,
Tus amenazas contengo
Para que veas quien soi yo
Nada le atemorizó.
La heroicidad del Soldado,
De acaballo i bien armado
A la batalla salió

  Le dijo levántate
No es eso ser caballero,
Que ha presencia de un gue
       [rrero
Tu no te pongas de pié;
Fierabras dijo porque
Tu Rei aquí te mandó,
Entónces lo amenazó
Porque asi era necesario,
I sin armas al contrario
Combatió hasta que dejó.

  Le preguntó el jigante
Por su nombre con buen fin,
Yo soi le dijo Guarin
Que vengo como guereante,
Te veo mui mal semblante
Le contestó el atrevido,
No, vengo sano, i te pido
Que sigas tu disparate
Peleo, i dejo en el combate
Al enemigo vencido

  Al fin el moro la Lanza
Tomó presto i cabalgó,
I el ataque principió
Sin rencor i sin venganza
Clamó pues sin esperanza
Oliveros el cristiano,
Madre de los soberanos,
Tu que eres la medianera
No permitas que yo muera
En mano de este pagano.

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