Astros luua i vespertina,
Claro cielo cristalino,
Destello iluminador
Del rubio sol diamantino.
Noche tenebrosa, oscura.
Rayo que dais claridad,
Alumbrando la verdad,
Luego que Febo fulgura,
El ave con gran ternura,
Cuando ya amanece, trina
En la empinada colina
Entona su voz parlera,
Porque se ven en la esfera
Astros luna i vespertina.
Sale la aurora naciente,
Sirviendole al sol de guia.
I porque amanezca el dia
Se atraca el alba al oriente;
Luego el lucero eminente
Muostra su blanco divino
Pura como el cristal fino
Por don de naturaleza,
Empréstame tu limpieza,
Claro cielo cristalino.
Con una luz sin igual
Aparece la mañana,
Pues la hizo tan galana
El gran Autor celestial.
Es sin mezcla i natural
Al darnos su resplamdor,
Con el brillo brillador,
Resplandeciendo con ánsia.
Alúmbrame en la ignorancia,
Destello iluminador.
Toda la tierra aclarizan
En la noche, portentosos,
Miles de cuerpos brillosos
Que en en el cielo se divisan
Tambien ellos simbolizan,
Para cumplir su destino
Marchando como un peregrino:
Para tomar el calor
Jiran por el rededor
Del rubio sol diamantino.
Al fin, cuando la centella
Sale del rayo i se encumbra,
En el ancho espacio alumbra
Con una claridad bella,
Dicho reflejo sin ella
No es brillante aunque le quie-
[ra
Porque la nube lijera
Deja al cielo oscurecido,
I se siente el estampido
Antes que la sonajera.
