TESTAMENTO
DE UN ANCIANO.

  Cuando mi padre murió
De herencia toqué un capacho
Una lienza i un platacho
I un arnero me dejó.

  Un dia por la mañana
Cuando se puso a testar
Dijo que me iba a dejar
Los rungues i la callana
También una palangana
Que mi abuela fabricó
Un anillo me quedó
Que era de mi mama abuela
Tambien toqué una biguela
Cuando mi padre murió.

  Me dejó dos aparejos
Que no tenian lomillos
Dos pares de calzoncillos
I unos pantalones viejos
Un taurete i dos espejos
Una tetera i un cacho
Las herraduras de un macho
I un cuero todo purguento
I de aquel gran testamento
De herencia toqué un capacho.

  Dejó dicho que el brasero
Me lo entregasen a mí
I un calabazo de ají
El eslabón i yesquero
El bolsico tabaquero
I la cola de un buei gacho
De cuando habia despacho
La poruña me nombró
De mejora me quedó
Una lienza i un platacho.

  Tambien me quedó un violin
I un guitarron sin clavijas
Un lasito de verijas
I una soga de quilin
Una chaqueta de brin
Que en la basura se halló
Un freno que se vendió
En una chaucha sin sello
Una camisa sin cuello
I un arnero me dejó.

  Al fin de herencia una saca
Mas toqué del pobre anciano
I una achuelita de mano
I el chúico en que hacia caca
Unas riendas i una estaca
Donde amarraba el caballo
Una gallina i el galla
Un combo i una barreta
De cuando habia carreta
A la guerra escondí un rayo.

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