EL MORIBUNDO
EN AGONIA

  Yo no siento en morir, nó,
Porque el morir no es afrenta
Lo que yo temo es la cuenta
Que tengo que darle a Dios.

  Estando un agonizante
Próximo a la tumba fria,
Al Hacedor le pedia
La muerte en aquel instante
Con una voz militante
Al infinito clamó
Cuando su alma preparó
El gran poder lo vendijo,
I entre sus angustias dijo
Yo no siento en morir, nó.

  Abrazado de la cruz
Pasaba en sus oraciones,
Protestando las pasiones
E invocando a Jesus,
Santificaba la luz
I su espíritu lo alienta
A la virjen madre menta
I cual al manso cordero;
Decia con gusto muero
Porque el morir no es afrenta.

  En medio de su agonia
Dice lo que vió el paciente,
Un arco mui reluciente
I una linda jerarquía,
Un coro de ánjeles venia
Con luces de gran ostenta
Con voluntad mui atenta;
Decia aquel pecador
En presencia del Creador
Lo que yo temo es la cuenta.

  Como Lázaro el leproso
Mui sumiso lo pasaba
I al cielo sus quejas daba,
Al Divino poderoso
Existia mui gozoso
Con su dolor tan atroz,
Decia con tierna voz
Con la dolencia sin calma
Estoi arreglando mi alma
Que tengo que darle a Dios.

  Al fin despues sucumbió
Bien auxiliado en su lecho,
I voló al cielo derecho
Cuando el Señor lo llamó
Ya cuando la cuenta dió
Borrando toda ilusoria;
Esta fué como una historia
La que les estoi narrando
I hoi el ser se halla gozando
Las grandezas de la gloria.

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