Padecimiento de Jesus
POR EL PECADO

  Corazon endurecido
Que haces que no te ablandai,
Que haces pues que no me dais
Lo que me habeis ofrecido.

  Jesús, alma relijiosa,
Sendero del buen camino,
Hijo del verbo divino
De una reina misteriosa,
Por su mano poderosa
Pide el pecador unjido,
No me tengas en olvido
Dice sin haber desliz,
Porque no te arrepentis
Corazon endurecido.

  Ya cuando al mundo bajó
El infalible evidente,
Fué la cristalina fuente
De sangre que derramó,
Por el pecado imploró
En aquel monte Sinais,
Satanas no me tentais,
El Señor le dijo un dia,
Si estas duro todavía
Que haces que no te ablandais

  De una reina vino en pos
El espíritu inmortal,
Por libertarnos del mal,
Pero fué aquel mismo Dios.
Mundo miserable atroz,
Para que te deslizais,
Dime, por qué me dejais,
Dice Jesús mui atento
Señas de arrepentimiento
Que haces pues que no me dais

  Dios formó esta maravilla
Del hombre como lo digo,
I en seguida el enemigo
Sembró la mala semilla,
Por tomar aquella silla
De aquel sér tan escojido,
Luego aquel ciervo infraccibo
Hubo al pueblo de observar,
Dijo no vais a negar,
Lo que me habeis ofrecido.

  Al fin, Jesús, sin tardanza
Con su alma privilejiada,
Los levantó de la nada
A su misma semejanza,
El muro de la esperanza,
Es el divino cordero,
Redimió este mundo entero,
Con el Castigo mas fuerte,
Despues recibió la muerte
En aquel sacro madero.

Ver lira completa

image_pdfConvertir a PDFimage_printImprimir

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *