Las nubes con denso velo
A la atmósfera oscurecen,
Pues de ellas desaparecen
Menudas gotas al suelo.
Se ve frondosa la planta
Por su savia tan sencilla,
I abona toda semilla
La tierra con su garganta.
Ya cuando el jilguero canta
De gusto en el arroyuelo,
Gorjea al dar el revuelo
Internado a lo terrestre,
Riegan al campo silvestre
Las nubes con denso velo.
Hasta a la vejetacion
Le dió su reino, Jesus.
Las yerbas con su capuz
Guardan multiplicacion.
Se distingue una estacion
En que las plantas florecen
I con el sol reverdecen,
Las nubes pierden su ser
I cuando quiere llover
A la atmósfera oscurecen.
El acuático en la lama
Surca su bello cristal
Igualmente el cardenal
Se oculta en la verde rama
Cuando el prado se embalsama
Con los hielos que acontecen,
I cuando las nubes crecen
Tapan los rayos brillantes;
Las lluvias interesantes
Pues de ellas desaparecen.
Tienen su vaso las flores
Donde ocultan el rocio
I el aire con su soplido
Le alienta sus candores.
Los botánicos mejores.
Marcan esto sin recelo.
Cuando se encapota el cielo
Principia el norte a correr,
De ahí empiezan a caer
Menudas gotas al suelo.
Al fin es reconocido
Por medio de esta evidencia,
I de aquella alta eminencia
Se ve el mundo socorrido.
I de los lagos i rios
Se reconoce un vapor;
Tambien cambia de color
La atmósfera como en guerra,
Se ve producir la tierra
Por aquel divino autor.
