Sátiras a los contraríos
del pobre

  El juez con el abogado
arreglan mui bien el terno
pasan cayendo al infierno
como en la nasa el pescado.

  Siempre al receptor lo ven
mas arruinado que el cobre
i es porque se traga al pobre
lo mismo que el piguchen;
aunque talegas le den,
de plata i oro sellaod
como un tiuque desolado
siempre lo pasa intranquilo
i son por el mismo estilo
el juez con el abogado.

  Los médicos no se atoran,
tragarse al enfermo intentan
con una toma lo alientan
i con otra mas lo empeoran.
Ellos pronto se atesoran
como el ilustre gobierno
con el anciano i moderno
la caja la forman rica
con los dueños de botica
arreglan mui bien el terno.

  A los abogados cito
en lo que aqui se relata
que primero piden plata
antes de hacer el escrito;
solo igualan al maldito
o al dueño de aquel averno
no le temen ni al Eterno
estafando a las naciones
i por sus malas acciones
pasan cayendo al infierno.

  Tambien aquel ajenciero
abusa públicamente
desnudando a toda jente
por interes del dinero;
igualmente al caballero
opulento i hacendado
cuando al peon lo ha estafado
sin pieda i sin compacion
caen a la perdicion
como a la nasa el pescado.

  Al fin aquel constructor
que construye el edificio
trata de hacerle perjuicio
al pobre trabajador;
tambien el subastador
con gran ambicion se apura
i el banquero con la usura
a las naciones arruina
i en esta vida mezquina
hoi dia lo usa hasta el cura.

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