Adolfo, peor que salvaje,
Me ha seguido la pendencia,
Yo le hago competencia
Hasta que el papel se raje.
El ilustre jóven Reyes
Dos versos ha desmentido,
Aunque es un poeta entendido,
Ya va faltando a las leyes.
Bueno es que con los bueyes
Poetize el gran personaje;
Así compondrá el rodaje,
De su moral, como dijo,
Puesto que se halla conmigo,
Adolfo, peor que salvaje.
Los versos que él desmintió
No va en el papel mi nombre;
Por eso nadie se asombre
De lo que este zambo habló.
El pueblo se horrorizó
Al leer tal indecencia,
Porque es una impertinencia
Sin regla gramatical;
Fiando en su buena moral,
Me ha seguido la pendencia.
Yo le desmentí el salteo,
Pero nó el de Lo Miranda,
Para que él por donde anda,
Me ponga un nombre tan feo;
Encerrarme es su deseo,
Pero le falta la ciencia,
Si no encuentro la elocuencia
Para sacarlo de cera,
Sea a él o a quien se quiera,
Yo le hago la competencia.
En sus versos me pidió,
Que le haga una preguntita,
Con mi memoria malita
Hice lo que él me mandó.
Parece que éste estudió
En el medio de el peonaje,
Que tiene tan buen lenguaje
Para ser desvergonzado;
I así le zurro al letrado
Hasta que el papel se raje.
Al fin, colega, le digo
Si con su saber le apunta,
Contésteme mi pregunta
Si quiere cuestion conmigo;
Por la fuerza yo lo obligo
Que conteste con su prosa;
No le pase alguna cosa
Al emprender la jornada,
Como le pasó a Tahuada
Con don Javier de la Rosa.
