Peralta con su insolencia
Pelea me está buscando,
Yo el verso le he contestado.
Porque no quede ladrando
Ciego infame, maricon,
Vomitado del infierno,
Le pongo a tu boca un perno
I de yapa un gran tapon;
¿Que te piensas orejon
Asustarme con tu ciencia?
Con su ruda intelijencia
A mí me ha mirado en poco;
I está por volverse loco
Peralta con su insolencia.
Los sentidos corporales
Son cinco en mi entender,
I Juan Bautista al creer
No los tiene mui cabales;
La vista en los casos tales
Sirve para estar mirando,
Para irme pololeando
Como el can me sigue el rastro;
Con sus versos el poetastro
Pelea me está buscando.
Busca a tu hermano tuerto
I con él me haces la guerra,
Echarme a mí por tierra
Es predicar en desierto;
Me caeria remuerto
Si me quedase callado,
En lo que he moralizado
Mui bien que me desenredo;
Porque no le tengo miedo
Yo el verso le he contestado.
Yo no soi Pedro Villega
El que salió de la escoria,
Tengo impreso en mi memoria
De versos una fanega;
Le hago ver a usted colega
Que no se siga alabando
Ya mucho le está afeando
La moral de su elocuencia;
Le hago aquí la competencia
Porque no quede ladrando.
Al fin, no ha hallado otro leso
A quien insultar Peralta,
I no se fija en la falta
De su incorrejible impreso;
¡Calla, cabeza sin seso,
Infame de mala fe!
Claro te recordaré
Que ya otra vez te encerraste
¿Por qué no me contestaste
Cuando yo te pregunté?
