Por ser tu voz tan metálica
Tú eres lo mismo que el tábano,
Como aquel que pica el rábano
Con una intención bandálica,
Tu fisonomia es gálica
I tu cara siempre pálida.
Por si tu ciencia no es válida
Voi yo a buscarte un arménico
Para que te dé de arsénico
Una medicina cálida.
En conversar sois patético,
I en el andar paralítico,
Como agudo i mui político,
Sois con tus versos poético.
Mas si quieres ser profético
Navega en el mar Atlántico,
Con tu poder tan romántico
Buscando sabios gramáticos
Anda a los pueblos asiáticos
I te harás rei con tu cántico.
Si has estudiado política
Nunca muestres un artífice,
Porque para ser pontífice
Te hallo la moral raquítica;
Si yo te pongo una crítica
Como habitante de hespérico
Con mi vocablo jenérico,
Enérjico i nada tísico
Sin ser arquimista i físico
Te ataco aunque seas homérico.
Te escribo aquí tu hajiógrafo
Publica el edicto enótico
En algún sistema gótico,
Si eres un critico hajiógrafo
En la casa de un fotógrafo,
Hai un árbol eliotrópico
Si tienes un helioscópico,
De algún invento astronómico,
Como aquel que ha sido cómico
Observa algun punto trópico.
Por último, este salvájico
Con sus palabras estólidas,
Gracia de que no son sólidas
En el ni sabe ser májico.
El tiempo encuentro trájico
Para ir a la salónica
Pero con una sajónica
Iré aunque sea escuálida
Recorro con ella inválida
Partes de la babilónica.
