Un consejo
A LA MUJER PARA CUANDO EL MARIDO
ES MALO

  El hombre que es insolente
A la razón no se allega;
Déle una doble refriega
La mujer entre la jente.

  Cuando la mujer es buena
I el marido es calavera,
Sufre de toda manera
La pobre, tristeza i pena.
Si a padecer la condena
No le importa que se ausente.
Pero él, siempre indiferente
Como si no fuera esposa,
Le pega por cualquier cosa
El hombre que es insolente.

  La vez que llegue curado
I quiera hacerte la cruza,
Dale palos por la tuza
Hasta dejarlo botado;
Así aprende el mal casado,
El que a la esposa le pega.
Porque si no se la niega
Ella, i le hace la pelea,
El por salir con su idea
A la razon no se allega.

  Si la infeliz se le humilla,
Es porque lo ha respetado;
El se levanta enojado
Para pegarle otra trilla.
Mas, si con otra lo pilla
De lacho o de pretendiente,
Es bueno que le caliente
Si acaso es mal pagador.
Cásquele por… sin amor,
La mujer entre la jente.

  Cuando se quede dormido
Despues que se haya acostado,
En el mismo catre atado
Péguele por atrevido;
I si vuelve a su sentido,
Como la gallina ciega
I mas si no se sosiega,
Es necesario i preciso,
Con un garrote macizo
Le dé una doble refriega.

  Al fin, la mujer jetona
Siempre pasa mala vida,
I jamas, nunca es querida
Del marido i regalona;
Si es porfiada i rezongona
I de altivo corazon,
Nunca vive en buena union;
La que mas se galantea,
El hombre la cachetea
Con muchísima razon.

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