El precioso código
DE LOS CASADOS

  El Congreso Nacional,
En una árdua sesion,
Discutió i le dió sancion
A este Código Penal.
Es una lei sin rival,
Pues que le pasó el cepillo
Hasta aquel matrimonillo
Que haciendo al civil defalque,
Lo ha casado el cura palque
O el cleriguito tornillo.

(Una advertencia ántes de entrar en materia)

  Aquel cónyuje o casado
Que esta lei viole o infrinja,
No llore cuando le atinja
La pena en máximo grado.
Que estando ya el pié clavado,
No se puede remediar
El daño; pero estampar,
Bien pueden en su provecho,
Los casados en su lecho
De esta lei un ejemplar.

       (A EL)

       Artículo primero

  El hombre que esté casado
De veras o de por ver,
Desde hoi dia a su mujer
La estimará en sumo grado.
I tendrá especial cuidado
De no traerle el retorno
Nunca de cualquier bochorno,
Que por otros sufra o tenga,
Aun cuando a la casa venga
Con el cuerpo como un horno.

       Artículo 2º

  Nunca tendrá desde hoi día
Con ella un chanceo necio,
Que es causa de menosprecio
La necia chacotería;
Ni ejercerá la porfía
Descomedida i perruna;
Ménos la arenga importuna
Que es propia de un guagualote,
Ni jamas un papirote
Le atraque por causa alguna.

       Artículo 3º

  Tendrá por regla forzosa,
Si del licor no se priva,
Nunca con la rasca viva,
Presentarse ante su esposa,
Que es la cosa mas odiosa
Que en el mundo puede haber;
Tampoco se irá a meter
Allí con pilas de amigos,
Que vayan a ser testigos,
Si tiene o nó que comer.

       Artículo 4º

  Como lo mas esenncial
Se cuidará, si es mui pobre,
De no malgastar un cobre
De sus ahorros o jornal;
Que lo primero es la sal,
Ajicito, pan i grasa,
Cucharas, pocillos, taza,
Brasero, teteras i ollas,
Azúcar, café i cebollas,
Para sosten de la casa.

       Artículo 5º

  Nunca la plata la sienta
Para su leal mujercita,
Ni aun ménos la ropita
Le falte, porque atormenta
Ver a una esposa chirpienta
Horas enteras sudar,
Forcejando en remendar
Los portillos a destajo
De su fustan o refajo
Para sus carnes tapar.

       Artículo 6º

  De esta fecha en adelante
A su querida mujer
No le dará ni a entender
Que es obsceno i petulante.
Si hai chiquillos, vijilante
Será en el deber cumplido
De criarlos como es debido;
Tambien los mandará al templo;
Que así no les dará ejemplo
De incrédulo corrompido

       A ELLA

       Artículo 7º

  La mujer que está casada,
Ya por angas o por mangas,
Si ántes tuvo ideas changas,
Estando a un hombre ligada,
No las sostendrá por nada,
Porque es ahora su deber
De querer i obedecer
Con cuidado relijioso,
Las órdenes del esposo
Que la tomó por mujer.

       Artículo 8º

  Si a las órdenes de un hombre
Ya está, como queda dicho,
Por nada, nunca, un capricho
Se le ocurra ni de nombre.
Ni ningún quehacer le asombre
Doméstico del hogar;
Su obligación es asear
La casa como es debido,
I querer a su marido
Con un amor ejemplar.

Imprenta, MONEDA [  ]

Nota: Nota: este verso fue publicado con diferencias como Anónimo Ver lira, por Daniel Meneses Ver lira y Adolfo Reyes Ver lira y Ver lira.

Ver lira completa

image_pdfConvertir a PDFimage_printImprimir

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *