El gran Cristóbal Colon
Tomó por segunda esposa
A Beatriz, dama hermosa,
Le entregó su corazon.
Estando en el Portugal
Durmiendo un tranquilo sueño,
La vió cual ánjel risueño
Bajar de lo celestial.
Para calma de su mal
Imploró su proteccion,
I preso de una ilusion
Quedó desde aquel segundo,
Pensando en el nuevo mundo
El gran Cristóbal Colon.
Se propuso de buscar
Los santos reyes católicos:
Con pensares apostólicos
A España hubo de llegar.
Al palacio sin tardar
Se marchó con voz airosa,
I la reina jenerosa
Lo protejió por su fama,
I a su mas preciosa dama
Tomó por segunda esposa.
A un humilde convento
Primeramente llegó,
Despues que se encomendó
Al que hizo el firmamento;
De ahí pasó mui contento
A la Catedral lujosa
Donde encontró a la hacendosa,
La que iba a ser su amada;
Le dió una triste mirada
A Beatriz, dama hermosa.
La bella sintió alegría
Cuando lo vió a su presencia,
I dijo: la providencia
Esta dicha aquí me envía.
Desde aquel mismo dia
Puso en él mucha atencion,
I con mui justa razon,
Por no encontrar veleidad,
El con harta voluntad
Le entregó su corazon.
Al fin los dos se quisieron
Según esplica la plana,
I por la Iglesia Cristiana
Al poco tiempo se unieron.
En la corte no supieron
Ni cuando ellos se casaron;
A la autoridad burlaron
Para seguir otro vida;
Por haberlo hecho a escondida
La boda no celebraron.
