Versos bíblicos
A LO DIVINO

A la esposa de Joaquin
Dos ancianos de Israel
De adúltera la acusaron,
I la libertó Daniel.

Cuando el pueblo del Señor
En Babilonia se hallaba,
Misericordia imploraba
Del Soberano Hacedor.
A vista del invasor
Se sintieron con esplin,
I dos hombres con mal fin,
Con intento irracional,
Trataron de hacerle mal
A la esposa de Joaquin.

Estaba alegre Susana
Sola i desnuda en el baño,
Sin pensar en ningún daño,
Porque era buena cristiana.
Pero la envidia mundana
Le dió un tormento cruel
A su corazon tan fiel
I puro como una estrella:
Calumniaron a la bella
Dos ancianos de Israel.

Dijeron que ella estaba
Con un hombre en el pecado,
Ofendiendo al Dios amado
Que en el huerto se encontraba.
La pobre mujer negaba
I los viejos le probaron:
Todo es cierto aseguraron
Con cinismo, es de advertir;
Solo por verla sufrir,
De adúltera la acusaron.

Su intento era seducir
A la mui casta esposa,
I ella como virtuosa
Mas bien prefirió morir.
Ya marchaba a sucumbir
Por el hecho injusto aquél;
Quiso saborear la hiel
Por su honor, digo al pensar,
Ya la iban a apedrear
I la libertó Daniel.

Al fin, el Dios de Abraham,
A Susana por gran suerte
La libertad de la muerte,
Como que aquí lo verán.
Los ancianos con afan
Trabajaron tenazmente
Por perder a la paciente
Según lo que se interpreta:
Daniel, insigne profeta,
Dijo que era inocente.

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