En el cerro de Tamaya
Está pariendo la poeta:
Hasta los niños de teta
Cantando sacan la raya.
Canté con un tamayino
Toda una noche i un dia,
Fuí tenaz en mi porfía
Porque nunca perdí el tino;
Le versé de remolino
Viéndole pujanza i galla;
Solo de verle la talla
Dije: de aquí no me escapo;
Quisieron volverme sapo
En el cerro de Tamaya.
Despues entré a una cobacha
Donde llaman San José:
Uno me dió con el pié
Al verme de mala facha.
Con el mocho de una hacha
Me dió golpes el trompeta,
I cuando llegué a la meta
Conocí que no iba mal.
En todo ese mineral
Está pariendo la poeta.
También me fuí a la Dichosa
Por tantear mi gran saber:
Canté con una mujer
De talento i mui pomposa;
Le dije a la mui curiosa
Con una ciencia completa:
Si en hablar no se sujeta,
Yo de aquí no me levanto;
I profanan en el canto
Hasta los niños de teta.
Me dijeron que en el Pique
Habia un gran criticon:
Fuí i le pegué un encontron,
Lo abollé i lo planté al pique.
Se quiso volver un quique,
Pero le encontré la falla.
En talento no desmaya
I muchos están comprendiendo,
Hasta los que están naciendo,
Cantando sacan la raya.
Al fin, en ese lugar.
En versos i en redondilla,
Entre tanto poetecilla
No encontré con quién cantar;
De ahí me mandé cambiar
Por no hacer un gran estrago,
Uno me dijo: le pago
Porque me deje un invento;
I luciendo mi talento
Hoi dia me hallo en Santiago.