Me gusta ver a las flores
En tiempo de primavera,
Que odornan a la pradera
Con sus vistosos colores;
Me gustan los ruiseñores
Cuando te cantan, perlita:
Con una voz esquisita
Te principian a elojiar;
Mas me gusta tu mirar,
Simpática Carmelita.
Me gusta mirar i verte,
Preciosísima doncella,
Aunque con tu vista bella
Tratas de darme la muerte;
Me gusta a mí entretenerte
Cantándote, linda hijita;
Aromática florcita,
Quién te pudiera gozar;
Mas me gusta tu mirar,
Simpática Carmelita.
Me gusta tu talle esbelto,
Niña jentil, en verdá,
Porque parece que está
En diáfano chal envuelto.
Se cimbra cuando va suelto
Andando i mucho se ajita;
A los jóvenes incita
Para hacerse acompañar;
Mas me gusta tu mirar,
Simpática Carmelita.
Me gusta tu cara hermosa
I tus carrillos rosados,
Porque están como encarnados
Los colores de la rosa;
Me gusta verte amorosa,
Tan rosada i tan bonita;
Tu cara es coloradita,
Hermosísimo nacar;
Mas me gusta tu mirar,
Simpática Carmelita.
Al fin me gustan, Carmela,
Tus ojos tan halagüeños:
Demuestran de que son dueños
De otros, según se revela.
Son como de una gacela
En lo hermosos, morenita;
Toda pena se me quita
Con ellos, según pensar;
Mas me gusta tu mirar,
Simpática Carmelita.