Noé i sus descendientes
En el arca se libraron:
A la tierra la poblaron
Hasta la época presente.
Por mandado de mi Dios
Trabajó aquel gran arcano,
Con ingenio soberano
En el momento veloz.
Fué el castigo mui atroz
Para todos los vivientes:
Hasta hoi están patentes
Las leyes de hipocresía.
Se salvaron aquel dia
Noé i sus descendientes.
Ya lo que la concluyó,
Con gusto el santo patriarca,
Un par dentro de la arca
De cada especie encerró.
La lluvia recia empezó
I los mortales lloraron;
Todos al cielo clamaron
Con santo i cariño tierno;
I los que quiso el Eterno
En el arca se libraron.
Cerrada herméticamente
Quedó la preciosa nave;
Por la historia esto se sabe
Sin que uno sea elocuente.
Con espumosa corriente
Los rios se desbordaron,
Con los mares se chocaron
Por órden del justo Juez;
I los creyentes despues
A la tierra la poblaron.
El Señor de la mansion,
Sin mirar ningún respeto,
Quiso acabar por completo
Toda la jeneracion.
Se oyó la lamentacion
Jeneral de un de repente;
Feneció toda la jente
Por infame i por infiel.
Se sabe el castigo aquel
Hasta la época presente.
Al fin, mi Dios hizo alianza
Con Noé, con gran contento,
I puso en el firmamento
El íris de la bonanza.
Con esa nueva esperanza
Respira del aire aroma,
I el sacrificio se toma
Adorar a Dios con fé.
Del monte Armenio, Noé
Soltó la humilde paloma.
Imprenta, MONEDA, 25-M
