¡Ai! dice el conservador
En los momentos fatales.
Conozco que por mis males
Me ha castigado el Señor.
¡Ai! ¿qué sirá de nosotros
Desde hoi en adelante?
Vamos a ser despreciados
I de todos repugnante.
¡Ai! el gran liberalismo
No tiene como de baja,
I es bueno de que juntemos
Plata para la mortaja.
¡Ai! tiene hoi la mayoría
Nuestro partido contrario,
I es mui justo i necesario
Que clamemos a María.
¡Ai! perdimos la partida,
La parada nos ganaron,
I hoi que ya el poder tomaron
Enterrémonos en vida.
¡Ai! No hallamos qué jugar
Pues ya no damos en bola,
Le han puesto a nuestros caudillos
Como cien varas de cola.
Los consuela el poeta
No lloren, hijos de Dios,
Consuélense con mi canto
Que les brindo sin quebranto
Con vibrante i dulce voz.
Si perdieron la eleccion
No se quejen de su suerte,
Porque yo con mis cantares
Los libraré de la muerte.
Pregúntenme como poeta
Que hoi les daré un consejo:
Les digo que nunca mas
Vuelvan a meterse en riejo.
Déjense de la política,
No sean politiqueros:
Si quieren pasarlo bien
Respeten a los obreros.
Cada vez que tengan pena
O sientan algún pensar,
Bien pueden llamarme a mí
Para irles pues a cantar.
