José, el justo varon,
Despues de que fué vendido,
A Ejipto fué conducido
Al poder de Faraon.
Por dos sueños que soñó
José, pues, lo aborrecieron
Sus hermanos, i lo vendieron
Porque Dios lo permitió;
Tan pronto como marchó
Recibió la bendicion.
Putifar con atencion,
Dijo desde aquí no pasa,
I le gobernó su casa,
José, el justo varon.
Intentaron de matarlo
Con un heroismo cruel,
I Ruben, hermano fiel,
Propuso de libertarlo,
I de este modo salvarlo
Pudo, aunque era aborrecido.
Dios lo habia prometido
Con justísima razon.
Fué un segundo Faraon,
Despues de que fué vendido.
Cuando lo vieron venir
Al pronto se convinieron,
Todos ellos se dijieron:
Lo vamos a hacer morir;
No quiso Dios permitir,
I por él fué favorecido
Por mas que se vió aflijido,
Fué según dicen las listas,
Por unos ismaelistas,
A Ejipto conducido.
Marchó lleno de contento
A otro estraño pais,
Para ser el mas feliz,
Rico, grande i opulento.
Jamas guardó sentimiento
En su digno corazon;
Aquel grandioso campeon
Dicen las sabias historias,
Fué a vivir entre las glorias
Al poder de Faraon.
Al fin, Putifar, señores,
Para cumplir con la lei,
Siendo intendente del rei
Le dió todos sus honores,
Con el tiempo los traidores
Fueron a humillarse a él;
Risueño en este papel,
Diré que los recibió,
Porque así lo permitió
El justo Dios de Israel.
