Los contrarios de picados
Una gran casa incendiaron,
A los dueños del hogar
En la miseria dejaron.
El veinte i cuatro en la noche
Del mes de Junio, señores,
Fueron los incendiadores
Prevenidos en un coche,
I no habiendo quien los roche
Llegaron los depravados,
Como unos condenados,
Cual fiera devoradora
Se quieren mostrar ahora
Los contrarios de picados.
Dicen de que principió
El fuego por donde el juez,
I con mucha rapidez
A la otra casa pasó;
Los que allí habían se vió
Que por milagro escaparon,
I casi nada sacaron
En los momentos forzosos
Los contrarios de rabiosos
Una gran casa incendiaron.
Clamaba al gran Poderoso
Sollozando la señora,
La llama devoradora
Seguia haciendo destrosos,
Qué cuadro tan horroroso
Era aquel según pensar!
No pudieron apagar
La casa, hai que advertir,
Quisieron hacer morir
A los dueños del hogar.
Solo por ser liberales
Fueron a prenderles fuego,
Despreciando el santo ruego
En los momentos fatales.
Ah! qué hombres tan criminales
Son estos me lo probaron
Los que a mí me contaron
Se hallaron allí presente,
I a una familia decente
En la miseria dejaron.
Por fin, al señor Arteaga,
A muerte lo amenazaron,
I la casa le quemaron,
Mas me creo que por paga.
El contrario los halaga
De una i de otra manera,
A esa familia entera,
Siendo que es tan querida,
Le quieren quitar la vida
Para sacarla de cera.
