Abre tus puertas señora
Aunque sea un momento,
Yo te prometo de dar
Paz alegría i contento.
Yendo el Señor predicando
Con su voz clara i serena,
Llegó donde Magdalena
Que ya lo estaba aguardando;
Salió i lo fué acompañando
Con gozo la pecadora
Desde aquella misma hora,
Adoró la santa cruz
Porque le dijo Jesus
Abre tus puertas señora.
Por enfrente del castillo
Pasó el hijo de María,
Con una gran compañía
Lleno de esplendor i brillo;
Con un vestido sencillo
Iba el que hizo al firmamento,
Con su voz i dulce acento
Por ver si tenia ella fé
Le dijo acompáñame
Aunque sea un momento.
María cuando ya vió
Al celestial personaje,
Se quitó su gran ropaje
Porque vergüenza le dió;
Misericordia imploró
De él al verlo ya pasar,
Jesucristo al contemplar
Le habló en su corazon
La gracia de tu perdon,
Yo te prometo de dar.
Humildemente vestida
Salió de su camarin,
Para seguirlo hasta el fin
Contrita i arrepentida;
Dejó va mui convertida
Aquel lujoso aposento
I partió con paso lento
Detras del mártir divino
El cual le dió en el camino
Paz alegría i contento.
Al fin, la noble María
Lo compruebo en esta plana,
Despues de ser tan mundana
Se encuentra en la jerarquía
Allá donde todo es dia;
Esta con veneracion
En la celestial mansión,
Disfrutando el dulce anhelo
Goza de dicha i consuelo
Con Dimas el buen ladron
