Ayer risueño cantaba,
Hoi estoi triste que muero;
Mis ojos pagan tributo
Del tiempo que alegres fueron.
Cuando te salí a buscar
Por prados, selvas, cabañas,
En las lóbregas montañas
Solia por tí llorar,
De ver i considerar
En los campos donde andaba.
Las suaves brisas tomaba
Al despuntar la alborada,
En las faldas de mi amada
Ayer risueño cantaba.
Al amanecer la aurora
Fuí a buscarte i no te hallé;
Pero noticias tomé
De una avecilla canora.
Mi corazón jime i llora
Con un pesar lisonjero.
Brinca el humilde cordero
En el monte, dia a dia,
I yo, de tanta alegría,
Hoi estoi triste que muero.
Vagaba desesperado
Casi sin conocimiento
Sin tener ningún momento,
Ni noticias de tu agrado.
Al verme tan desgraciado
Pensé en el mismo minuto,
Con un poder absoluto
Te acaricié, preciosura,
I por mirar tu hermosura
Mis ojos pagan el tributo.
Por tí, con triste pensar,
Al campo fuí mui contento,
I fué doble mi lamento
Ver que no te pude hallar.
Se trasformaron en mar
Mis ojos cuando te vieron
De ver que no consiguieron
Un sí de tí con ternura:
Lloran hoi su desventura
Del tiempo que alegres fueron.
Al fin, ya sin esperanza,
Sufriendo un dolor tremendo
Volví a mi casa diciendo:
Quien porfía mucho alcanza.
Padeciendo sin bonanza
He de pasar por tu amor,
Cual infeliz amador,
Con mi alma triste, aflijida;
Me considero en la vida
Como aquel mas inferior.
