Por la calle de San Pancho
Ya no se puede pasar:
Salen allí las mujeres
Poco ménos que a saltear.
Ahora ha dias, tranquilo
Cierto futre iba pasando
I lo principió llamando
Una chusca de un asilo;
I él por seguir el estilo,
Dijo con ésta me engancho;
No me digas mano en cancho,
Tatitoi, compañerito,
I pasó mui lijerito
Por la calle de San Pancho.
Entre las ocho i las nueve
Da gusto ver en la puerta:
Todas con la boca abierta
Están i ni una se mueve.
¿Quién es aquél se atreve
Con ellas algo a charlar?
Lueguito lo hacen entrar
Para echarlo a la jaulita;
Por esa calle maldita
Ya no se puede pasar.
Estas no miran que sea
Pobre, viejo ni mediano
Lo aseguran de una mano
I le forman la pelca.
Yo diré que les afea
El vicio de los placeres;
Evita, lector, si quieres,
Ese foco de alborotos.
A tironear a los rotos
Salen allí las mujeres.
Si cae allí un marranito,
Luego lo tienden de guata,
I mas cuando lleva plata
Lo despluman lijerito;
Dicen: salió qué gordito,
Aquí hai algo que agarrar:
I no lo dejan volar
Hasta que lleva cuaterno,
Porque sale aquel infierno
Poco ménos que a saltear.
Al fin le digo al templado,
Sea pobre, sea rico,
Vaya a la calle que indico,
Que de ahí saldrá fregado;
Si no entra con cuidado,
Lo que allá primero es mal,
Si por un caso casual
Escapase de la muerte,
Va a llorar su mala suerte
Un año en el hospital.
