En el pueblo de Yumbel,
Dos bandidos, por querer,
Con un hacha victimaron
A un hombre i una mujer.
Es una barbaridad
Lo que la jente está haciendo;
Bien no me va pareciendo
El cinismo i la crueldad.
Cometieron sin piedad
El hecho en el punto aquel:
Estos serian sin hiel,
Vomitados, lo comprendo.
Se vió el crímen mas horrendo
En el pueblo de Yumbel.
En la noche, de improviso,
Como a las doce llegaron,
I durmiendo los mataron,
Sin darles ningun aviso.
No hai que quedar indeciso,
De este crimen doi a ver
Como no puedo entender,
Esta trama que hai urdida
Les han quitado la vida,
Dos bandidos, por querer.
Entraron los dos bandidos
Tranquilos a la cocina,
I sin formarles bolina
Los buscaron en sus nidos.
Porque estaban dormidos,
Fué que los asesinaron;
Ni una cosa les robaron:
Han contado los vivientes,
Que a esos dos inocentes,
Con un hacha victimaron.
Siendo que dia por dia
Se ven crímenes de horrores,
La República, señores,
Defiende la picardía;
Defensa en mí no hallaría
Ningún salteador adrer.
Que se haga por su querer
Desgraciado i mala suerte;
I estos han dado la muerte
A un hambre i a una mujer.
Por último, degollaron,
Al marido los chacales,
I cinco tajos mortales
A la mujer le pegaron.
Se atienen a que indultaron
A tres reos con bonanza;
Es que no hai justa balanza
En Chile, ya todos vieron.
El crimen lo cometieron
Solo por pura venganza.
DANIEL MENESES
POETA NORTINO, ZAÑARTU, 9