Rendición
DEL POETA CORDERO PIDIENDO
PERDON DE SUS CHAMBONADAS

  Cordero no se animó
A seguirme la pendencia
Aunque un hombre de ciencia
El miedo se lo comió.

  El segundo Salomon
Como histórico versado,
Ya cuando se vió encerrado
Me vino a pedir perdon
Después que la sin razon
Me buscó, se le turbó:
A mis plantas se humilló
I el susto fué bien maciso;
Para cantar de improviso
Cordero no se animó.

  Cual Pitágora ilustrado
Es el pensador latino,
Como Agustin i Tolentino
De entendimiento elevado.
Hasta el vijésimo grado
Encuentra su elocuencia
Por tomar mas esperiencia
I ser de nombre en la faz;
Pero no se halló capaz
A seguirme la pendencia.

  Creyó me iba a asustar
El agudo de Platon,
Con nombrarme el guitarron
I desafiarme a cantar.
Ni cien pesos el popular
Me apostó con su impotencia:
Es mucha la diferencia
Que hai conmigo les diré;
I así no acobardaré
Aunque es un hombre de ciencia.

  Despues de haber espoleado
Con esa boca tan ancha,
I que tenia en la cancha
Su caballo preparado;
Cuando ya me vió enojado
Todo el cuerpo le tembló;
Entre las venas sintió
A la sangre no correr,
Siendo de tanto saber
El miedo se lo comió.

  Al fin cien pesos en caja
Le dije que yo tenia,
I que se los contaria
Sin que me diera ventaja.
A mi ninguno me ataja
Si me buscan por historia;
Me remontaré a la gloria
Escribiendo en el papel;
Porque yo soi el sin hiel
Para cantar de memoria.

Ver lira completa

image_pdfConvertir a PDFimage_printImprimir

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *