Súplica a lo divino
AL SALVADOR DEL MUNDO

  Antes que amanezca el dia,
Oh, mi Dios, enhorabuena,
Déjame alguna dulzura
Para desechar mi pena.

  Adórote, niño, yo
En el Portal de Belen,
Oh, cual fragantoso Eden
Que a mi alma la perfumó
El gallo fué el que anunció
Cuando ya nació el Mesía,
El rei de la jerarquía
Purificando la luz
Salúdote, buen Jesus,
Antes que amanezca el dia.

El pajarito cantaba
Cuando lo fue a visitar
I el niño al verlo llegar
En el pesebre gorjeaba.
El su bendicion le daba
Dijo santa Magdalena.
Al hombre que se enajena
I sigue otra relijion,
Dale siquiera el perdon,
Oh, mi Dios, enhorabuena.

El Padre Eterno previno
Que aquel autor sin segundo
Descendiese a este mundo
Humilde, pobre i mezquino;
Siendo un infante divino
Sufrió tan cruel amargura;
Toda humana crïatura
Lo adoraba con anhelo.
I ántes que te vais al cielo
Déjame alguna dulzura.

  El veinticinco nació
De diciembre el Salvador;
Con clarísimo esplendor
A la tierra iluminó.
En la miseria creció
Lleno de la gracia plena.
Con alma pura i serena
Te pido con afliccion,
Mirame con compasion
Para desechar mi pena.

  Al fin, cuando san José
Llegó a Belen aquel dia
Con su adorada María,
Los dos con tan buena fé,
Dijo: ¿dónde encontraré
Hospedaje, vida mia?
En esa jente que habia
No encontraron pïedad.
I solo hallaron crueldad
En toda la monarquía.

ROSA ARANEDA
CALLE DE ZAÑARTU, NÚMERO 9
ENTRE SAN PABLO I SAMA

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