Llora, llora pecador
La muerte del buen Jesus,
Mira que espiró en la cruz
Por enseñarnos su amor.
Si por un caso casual
Cometes un hecho atroz,
Pidele perdon a Dios,
Que te liberte del mal.
No borres del pensamiento
Aquella santa doctrina,
Que es la mas pura i divina
Que haya bajo del firmamento.
Cumple con los mandamientos
Que el Eterno dió á Moises:
En dos tablas de la lei
Escritos se hallan los diez.
Mira qué tanta humildad
Tuvo para ser juzgado:
Aquel Dios sacramentado
Con todos usó piedad.
Fíjate que el Redentor
Enseñónos a sufrir
I para imitarle a Él
A todo hai que resistir.
Él predicó la igualdad,
La mansedumbre i dulzura
Entre toda criatura,
Con paciencia i santidad.
Él nos dejó la obediencia
Como virtud permanente;
Por eso todo cristiano
Debe de ser obediente.
Él con su omnipotencia
I su anjelical pureza,
Enseñó a amar la pobreza
Porque es del cielo una herencia.
Él fué el que a aquella mujer
Adúltera libertó:
Cuando la iban a pedrear,
Jesús les dijo que nó.
Él fué el que resucitó
A Lázaro estando muerto;
La historia dice que es cierto,
Esto no lo he visto yo.
Él fué el que trajo la paz
I perfeccionó las leyes
Que establecieron los reyes,
I el que humilló a Satanas.