Horroroso crímen
UN HOMBRE MUERTO AHORCADO
I QUEMADO

  Pedro Vicencio Pasten,
Por un traidor delincuente
En su misma habitacion
Fué muerto traidoramente.

  Don Pedro le administraba
Un fundo a un tal Avendaño,
Cuando a fines del año
La muerte lo visitaba,
I llegó donde él estaba,
Con ataranto tambien.
En lo que en el verso ven,
El cuerpo como quedó,
Del modo que feneció
Pedro Vicencio Pasten.

  Despues de que lo mataron,
Sin mirar en el error,
Para saciar el furor
De una viga lo colgaron,
I de llapa lo quemaron
Ellos tan bárbaramente.
Bienhaiga el hombre valiente,
I aun estando dormido,
Murió mártir, se ha sabido,
Por un traidor delincuente.

  De los piés a la cintura
A donde estaba colgado,
Se le notaba al finado
Una inmensa quemadura.
¿Qué no tendrian cordura
Los hombres de aquella accion?
I talvez sin compasion
Trataron de darle muerte,
Porque se ha encontrado inerte
En su misma habitacion.

  Don Vicencio era jovial
Con todos, dia por dia,
I el bien que él les hacia
Se lo pagaron con mal:
Un corazon de chacal
Se quiere i tener hirviente
La sangre constantemente.
Digo yo aquí, aunque ultraje,
Que por manos de un salvaje
Fué muerto traidoramente.

  Al fin el pueblo, indignado
Por el horrorismo aquel,
Pide, si pillan al cruel,
De que sea fusilado;
Por nada, pues, perdonado
Tendrá de que ser, señores;
Sus castigos serán peores
Al tomarlo en el momento,
I servirá de escarmiento
A los demas salteadores.

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