El asesinato
EN LA CALLE DE MARTINEZ
DE ROZAS

  El viérnes, como a la una,
Un hombre a otro mató:
Por haberle dado muerte
Pregunto ¿cuánto ganó?

  Mui tranquilo el vendedor
Caminaba sin cuidado,
Cuando el pillo desalmado
Le dió muerte sin temor.
No hai duda que el malhechor
Tenia hambre i hambruna,
I creyendo hacer fortuna
Con el dinero de aquél.
Lo victimó el roto cruel
El viérnes, como a la una.

  Los dos en mui buena union
Creo que iban conversando,
I el pillo lo iba aguaitando
Para pegarle el malon;
De un de repente el maton
A la mala le pegó:
En el cuello le asestó
La tremenda puñalada,
I como por bufonada
Un hombre a otro mató.

  El pillo tiró a arrancar
Por temor de caer preso,
Pero luego dió un tropiezo,
Que no se alcanzó a volar;
A la cárcel vino a dar
Por pegarle tan bien fuerte.
Hoi reniega de su suerte
Porque un sentir lo devora;
Maldice la triste hora
Por haberle dado muerte.

  Le pegó el bruto salvaje
Sin temor i sin recelo,
I ya cuando cayó al suelo,
Echó a correr cual celaje.
Hasta que el papel se raje
Lo he de mortificar yo.
Hoi que el turno me tocó,
Corriendo de arriba abajo.
Por haberle dado el tajo
Pregunto ¿cuánto ganó?

  Por último, es un tal Cañas
El que el asesinato hizo,
I hai que pegarle macizo
Para que no crie mañas;
Pica como las arañas.
Porque así es su destino;
I yo hablando determino,
Según lo que han publicado,
Diré de que es el finado
Un tal José Ramon Pino.

Ver lira completa

image_pdfConvertir a PDFimage_printImprimir

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *