El crímen
DE LA CALLE DE RIQUELME.
EL ASESINO ES CONDENADO A
MUERTE.

  Entre Moneda i Cañada,
Un perverso criminal
Con un agudo puñal
Le dió muerte a su cuñada.

  Llegó el hombre en mi entender
Furioso i mui enojado,
Donde estaba el concuñado
Buscando a su mujer.
I no pudiéndola ver
La dicha fiera malvada,
Como iba a mano armada
Mas feroz que un tigre hambiento,
Cometió el crimen sangriento
Entre Moneda i Cañada.

  Número sesenta i seis
Es la señal de la casa,
La que hoi en duelo se abrasa
Como que aquí lo vereis,
I si a mí no me creeis
Lee algun diario formal,
El te da cuenta cabal
Del hecho, porque está impreso,
I es el autor del suceso
Un perverso criminal.

  El señor Neftalí Caña
Como majistrado serio.
Con un enérjico imperio
Dió ya fin a la campaña.
Lo condenó con hazaña
A la pena capital;
Gana Urzúa, el fiscal
También le atracó bien fuerte,
Porque le ha dado la muerte
Con un agudo puñal.

  Para el hechor es decir
Hai un dicho mui sencillo,
Que aquel que mata a cuchillo
A bala debe de morir.
Sin poderse resistir
Morirá i esto no es nada,
El por una humorada
Con voz i con tono altivo
Sin que le diera motivo
Le dió muerte a su cuñada.

  Al fin, la Corte parece,
Sin que le tenga clemencia,
Ha de probar la sentencia
Ya que este crimen se ofrece.
Impune no permanece
El hecho, i ya está probado;
Confesó el reo nombrado
Que es autor, con pecho franco,
I tendrá que ir al banco
Para morir fusilado.

Ver lira completa

image_pdfConvertir a PDFimage_printImprimir

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *