La vergüenza perdida
DOS GUARDIANES MUERTOS EN
LLAILLAI POR UNOS BANDIDOS
I EL CRÍMEN DEL SALTO

  Hoi dia ya no hai vergüenza,
La vergüenza se perdió,
No digan que Balmaceda
Ha sido el que la mató.

  En Llai-Llai, dos salteadores,
A dos guardianes mataron,
I despues que les pegaron
Huyeron esos señores.
Son tan grande los horrores,
Según esplica la prensa;
El bandalaje comienza
A morar en desarreglo
Entre los hijos del pueblo,
Hoi dia ya no hai vergüenza.

  En el carro donde estaban
Venia otro niño preso,
I al paco porque era leso
Con mal ojo lo miraban.
Porque lo amenazaban,
La guerra a muerte empezó,
El tun i tun se sintió.
I aquí fué Troya dijeron,
Con la acción que cometieron,
La vergüenza se perdió.

  Se mandó un telegrama
A Ocoa en el mismo acto,
Pero ello han hecho pacto
Con el diablo, se proclama;
Asombra i la atencion llama,
La turba que nos enreda,
Por si algo atras se me queda
I no doi bien las señales,
La causa de tantos males,
No digan que es Balmaceda.

Crimen del Salto

  Los que en el Salto saltearon
I mataron una anciana,
Ahora en esta semana,
Prisioneros los tomaron.
Su crímen ya confesaron,
Segun lo he sabido yo.
Cuando el juez les preguntó,
Uno contestó lijero:
Este que es mi compañero,
Ha sido el que la mató

  Al fin, la occisa tenía
Trescientos pesos guardados,
I por ellos los malvados
Cometieron la herejía.
Tarde ya al venir el dia,
Fué el asalto que les cuento,
Con un gran remordimiento,
I con mi sentido mui listo
Los tres sucesos que he escrito,
Son la verdad i no miento.

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