Salomon i el templo
EN JERUSALEN

  El gran sabio Salomon,
Como en la historia lo ven,
Trabajó para el Señor,
El templo en Jerusalen.

  El rei David le ofreció
Edificarle un convento,
Bello, que fuese un portento,
Pero Dios no lo admitió.
A un hijo que le dió
Lo colmó de bendicion;
Por su digno corazon
Le dió las divinas leyes,
I fué el rei de los reyes
El gran sabio Salomon.

  Principió la casa Santa
En un sitio separado,
Lugar que era destinado
Para esa hermosa planta.
Por si el precepto quebranta,
Le dijo el Señor deten,
Todo era paz, todo bien,
En lo que su reino abarca;
Fué el mas ilustre monarca,
Como en la historia lo ven.

  Fué el convento mas hermoso
Que se ha visto en el oriente;
Tan bello i resplandeciente,
Lindo, bonito i lujoso;
Era del hombre el reposo
Por su estensidad i grandor;
Con santo i divino amor,
De záfiro reluciente
Un gran altar permanente
Trabajó para el Señor,

  La casa de salvacion,
Según dicen los anales,
Para los fieles mortales
Hizo aquel grande varon
Por que parezca oracion,
Señor mío, Dios, amén,
Despues que nació en Belen,
Por glorificar la luz,
Visitó el niño Jesus
El templo en Jerusalem

  Al fin, lo que está apuntado
Por la escritura se sabe
Que fué del oriente llave
El gran templo venerado
Había un altar sagrado
Donde oraban los ancianos,
Pero los reyes paganos
Lo quisierón destrozar
Porque querian borrar
Las leyes de los cristianos.

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