Verso histórico

  El esforzado Sanson
Como en la historia lo veo,
Mató tres mil filisteos
En el templo de Dagon.

  Sanson fué un hombre dotado
Por el mismo Padre Eterno,
Porque fué desde moderno
Mui valiente i esforzado.
Habiendo sido llevado
Por su padre a otra nacion,
Donde halló la perdicion
En Dalila, como advierto,
I por venganza fué muerto
El esforzado Sanson.

  De la prision donde estaba
Propusieron el sacarlo,
Sin duda para afrentarlo
A la iglesia se llevaba.
Mucha jente lo rodeaba
La biblia esplica i yo creo,
Con un justo desbaneo
Por una mujer perversa
Fué descubierta la fuerza
Como en la historia lo veo.

  Cuando al templo fué llevado
Sin vista el pobre mortal,
Todo el pueblo en jeneral
De él es que se ha burlado.
Viéndose ya fatigado
Oró con muchos deseos,
Desde aquellos recreos
Conoció Dios que era justo,
Por pagarse de su gusto
Mató tres mil filisteos.

  En aquel pais estraño
Casado fué no lo niego,
Solo cuando estuvo ciego
Conoció su desengaño.
Ante estuvo aparte un año
En la primera traicion,
Pero él con mucha atencion
Volvió al tiempo necesario,
A morir involuntario
En el templo de Dagon.

  Al fin con gran prontitud
Lo hizo morir en defensa
I de esto tome esperiencia
Hoi dia la juventud
Lo premió por su virtud
Mi Dios en la muerte aquel
A ver de que fué por él
No hai historia que no diga
Que murió en tierra enemiga
El gran pilar de Israel.

ROSA ARANEDA
SAMA, 16-G

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Sentimiento de amor

  Hombre falso engañador
Conmigo desapiadado
¿Para qué me habeis amado
Si no me tienes amor?

  Para qué me prometiste
Que ibas a ser mi amante;
Fiel, amoroso i constante
Cuál es de que me cumpliste.
Dime si una cosa viste
En mi casto i puro honor,
Te diré con gran dolor
Si te llegase a encontrar,
De mí te quieres burlar
Hombre falso, engañador.

  Me has ofertado riquezas
De todito corazon,
De plata i oro un millon
Si te adoro con finezas
Hoi faltas a las promezas
Del cariño profesado,
Estando juramentado
Yo te lo recuerdo aquí,
Por qué te muestras así
Conmigo desapiadado.

  Hasta cuándo, dueño encanto,
No me amas como yo te amo,
Con lágrimas te reclamo
A tí que te quiero tanto.
Cuándo mitigas mi llanto
Que por tu ausencia he llorado,
Ya el corazon se ha secado
I no puedo mas sufrir,
Si me has de hacer morir,
¿Para qué me habeis amado?

  Ya me falta el sufrimiento,
Te lo confieso mi cielo,
La alegría i el consuelo
Me los devora un tormento.
Es tan grande el sentimiento
Que tengo, infame traidor,
Perjuro, calumniador,
Decirtelo es necesario,
Retírate, pues, falsario,
Si no me tienes amor.

  Al fin, qué piensas hacer,
Confiesame la verdad,
Si me has de tener piedad
No me hagas mas padecer.
Jamás hallarás mujer
Que te pague como yo,
Te lo advierto, como nó,
Al concluir la porfía,
El amor que te tenía
Hoi para mi se acabó.

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La mora i su amante

  Estoi queriendo una mora
Porque es mora de nacion,
Es mora porque enamora
Dentro de su corazon.

  Quiero una esbelta princesa
Hija de un rei pagano,
Con mi amor soberano
Por su hermosura i belleza.
Su anjelical jentileza
Mi suerte i gracia devora,
Cuando en mí se atesora
Un suspiro lisonjero,
Con cariño verdadero
Estoi queriendo una mora.

  Sin respetar la opulencia
Me le oferté por amante
En aquel glorioso instante
Al hallarme a su presencia.
Con la mas fina elocuencia
Le declaré mi pasión,
Al punto i con atencion
De mis amores le hablé,
I jamas la olvidaré
Porque es mora de nacion.

  Lindo trono de diamantes,
Le pondré en su palacio
Adornado con topacio
De záfiros i brillantes.
Con brillos tan relumbrantes
Para tí, bella señora,
Música con voz sonora
Le alegran en su elegancia,
Desde su primera infancia
Es mora porque enamora.

  Un castillo de cristales
Le hice para su contento,
I le puse de ornamento
Los mas preciosos metales.
De todos estos materiales
Le trabajé un pabellon,
I en seguida un balcon
Donde pasee su gloria,
I que me tenga en memoria
Dentro de su corazon.

  Al fin, una gran corona
Le compré en Alejandría,
Que da brillos como el dia
I hermosea su persona.
Con sus rayos eslabona
El sol de su inmensa altura,
Al contemplar su finura
Hallándose despejado
Le brinda un rayo dorado
De luz blanca, clara i pura.

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Carta
DE UN AMANTE A SU BELLA

  Tomo la pluma en mi mano
Para escribir mi pasion,
En esta carta amorosa
Te mando mi corazon.

  Me tomo la preferencia,
I a tus caricias me ofrezco,
Aunque yo no las merezco
Mándame correspondencia.
Si me niegas tu presencia
Herirás mi pecho sano,
Con un dolor soberano
El corazón se me parte;
Tan solo por saludarte
Tomo la pluma en mi mano,

  Con el mismo portador,
Cuando tomes el papel
Pasa la vista por él,
Dáme pruebas de tu amor.
I encontrarás mi dolor
En otra contestacion:
Con cuidado i atencion
Habeis de oir mi lamento
Si me das consentimiento
Para escribir mi pasion.

  Mucho siento el enfadarte
Claro i brillante lucero,
De lo tanto que te quiero
El alma ya se me parte.
No quisiera molestarte,
Niña bella i candorosa,
Te muestras tan jenerosa;
Así, mi bien, no te asombre
Si hallas escrito mi nombre
En esta carta amorosa.

  Tintero, papel i pluma
Deseo para escribirte,
I mis tristezas decirte
Con una abnegacion suma
Siento un pesar que me abruma,
Si me niegas tu perdon,
Moriré sin galardon
Por tí hermoso tesoro,
I en señas de que te adoro
Te mando mi corazon.

  Al fin, hoi con dulce canto
Te digo, al leer en ella
Corresponde, perla bella,
A quien te a querido tanto.
Siendo mi amor sin quebranto
No me mires como estraño,
Mi gloria, ¡jamás te engaño!
I en tí lo paso pensando,
I tu respuesta aguardando
La hora se me hace un año

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Dos amores
PUESTOS EN UNA BALANZA

  Pongamos en la balanza
Dueño mio nuestro amor,
Haber cual de los dos sale
En el amar vencedor.

  Para ver si hallo bonanza
Hijito, en los señorios,
Tus cariños con los mios
Pongamos en la balanza.

  Aunque con grande dolor
La vez que ya nos juntemos,
Preciso es que cotejemos
Dueño mio nuestro amor.

  Por mas que sean iguales
Con delicias deliciosos,
Mas puros i mas amorosos
Haber cual de los dos sale.

  Con armonía i honor
Mi pasión te lo dirá,
De que el mio saldrá
En el amar vencedor.

  Al fin precioso jasmin,
No mirando el padecer,
Yo te tengo que querer
Sin olvidarte hasta el fin.

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Tonada

  Niña bella i buena moza
Perla blanca del Oriente,
Te hago mi sentir patente
A tí porque sois piadosa.

  Sois la malva fragantosa
Fragancias que me embalzaman,
Por eso todos te llaman
Niña bella i buena moza.

  Claro sol resplandeciente
Que a tí principia alumbrarte,
I pareces al mirarte
Perla blanca del Oriente.

  Luna que brilla en creciente
Demostrando su fulgor,
Donde te encuentre mi amor
Te hago mi sentir patente.

  Sois como estrella brillosa
Del celeste firmamento,
Te diré mi sufrimiento
A tí porque sois piadosa.

  Al fin precioso Lucero,
Hermosa como un rubí,
Yo pienso morir por tí
De lo tanto que te quiero.

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Gran salteo en Olmué
MUERTOS I HERIDOS

  El bandalaje hoi en dia,
Esta no es ponderacion,
Se halla en nuestra nacion
Sin Dios ni Santa María.

  De Limache hácia Olmué,
Para hacer su rodeo
Fueron a hacer el salteo
Aquellos hombres sin fé.
El detalle apuntaré
Con la mayor sangre fria.
Sin hacer carnicería
Mui calladito i sin bullas
Haciendo está de las suyas
El bandalaje hoi en dia.

  Un almacen i una ajencia
Tenia el dueño de casa
I ereyendo no hacer basa
No se puso en resistencia.
Cuando los vió a su presencia
Se llenó de confusion,
A mas de la narracion
Que hizo, no convinieron
I un cachazo es que le dieron,
Esta no es ponderacion.

  Lo dejaron amarrado
En la cama siendo dueño,
I siguieron con empeño
Rejistrando lo guardado.
Dos mil pesos se han llevado
En alhajas, es la opinion,
I cien mas, sin compasion,
Para mí es un cinismo
Sin lei el bandolerismo
Se halla en nuestra nacion.

  Salió un señor comandante
Solo con cinco soldados,
Aguerridos i esforzados
A echarles talvez el guante.
Cuando se vieron delante
De aquella canalla impía,
No bastó la policía
Con sus armas que llevaban,
Porque esos hombres estaban
Sin Dios ni Santa María.

  Al fin, partió de Quillota.
Un piquete de a caballo,
Diciendo, si yo los hallo
Caerán como pelota.
Todo el mundo se alborota
De ver lo que está pasando,
Yo escribiendo i apuntando
Digo con mi alma partida,
No hai seguridad en la vida
Bien sabe Dios hasta cuando.

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Verso histórico, sagrado
LOS SUEÑOS DE FARAON
E INTERPRETACION DE JOSÉ

  Dos sueños mui misteriosos
Pues soñó el rei Faraon,
Los dos los interpretó
José, el justo varon.

  Estando aquel rei malvado
Durmiendo tranquilamente
Vió en sueño de repente
Dos cosas, quedó asombrado.
Habiendo ya despertado
Llamó a sus sabios, curiosos,
Magos tambien estudiosos
Como en la historia se ve;
Les dijo: interpretenmé
Dos sueños mui misteriosos.

  Dijo, yo estando tranquilo,
Vide salir unas vacas,
Siete gordas siete flacas
De las orillas del Nilo.
Pensando hoi me aniquilo
Con justísima razon,
En su inicuo corazon
I su malos desarreglos,
Las desgracias de sus pueblos
Pues soñó el rei Faraon

  Siete espigas vió asomar
Débiles, de una caña,
I otras siete con hazaña
La hubieron de devorar.
I el monarca esto al pensar
Mucho se aterrorizó;
Al hebreo se llamó
A la presencia del rei,
El cual, por la justa lei,
Los dos los interpretó.

  El preso sin interes,
Habrán, dijo en su arrogancia,
Siete años de abundancia
I otros siete de escases
Libre fué de aquella vez
I consiguió su perdon;
Se gano un rico galon
En aquel vasto reinado,
De todos fué respetado
José, el justo varon.

  Al fin, el gran soberano,
Con un creer tan sencillo
Le puso a José su anillo
En un dedo de la mano.
El hebreo mui ufano
Pasó a ser gran personaje,
Con un lujoso ropaje
Lo vistió i le dió poder
I lo hizo reconocer
Por el reino en su carruaje.

ROSA ARANEDA
Calle Zañartu, Nº 8 (entre San Pablo i Sama)

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Puros prometimientos de
amor

  Es imposible señora
Privarme del que te quiera,
Yo te tengo que adorar
Hasta el dia en que me muera.

  Decirle a mi corazon
Que para siempre te olvido
Mucho es lo que le pido
En su amorosa pasion.
Puse en tí mi aficion
Desde la primera hora,
Te hallé tan encantadora
Tan bella i resplandeciente,
Vivir de tu vista ausente
Es imposible, señora.

  Si llegara de Turquía
Con su ejército un rei moro
A quitarme la que adoro
Tal vez no conseguiria.
Miedo jamas le tendria
Mas que a mi vista lo viera;
Aunque la muerte viniera
A combatirse conmigo,
No podrá nunca, te digo,
Privarme del que te quiera.

  Si un monarca del oriente
Viniera con valentía
A llevarte vida mia,
Pondria mi pecho al frente.
El que te ama nada siente
Ni lo amedrenta el pesar;
Por tí he de batallar
Con mi alma triste i herida
Hasta concluir mi vida
Yo te tengo que adorar.

  Si mil muertes me rodearan
Para hacerme fenecer
Mas firme te he de querer
Aunque me amenazaran.
Cuando de tí me apartaran
I esté en una cordillera
No temeré ni a la fiera
Solo por venirte a hablar,
Soi firme i te he de amar
Hasta el dia en que me muera.

  Por último, ni el rigor
Me hará olvidar tu amistad,
Te lo confieso en verdad
Que es fino mi puro amor.
No siento ningún dolor
Si quedo de amor herido
Porque soi tu aborrecido;
El corazon se me parte,
Solo dejaré de amarte
En la mansion del olvido.

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Versos
DEDICADOS A UNA PELADORA QUE
VIVE EN LA CALLE DE LA BAN-
DERA.

  En calle de la Bandera
Hai una china mugrienta,
Lo mismo que perra hambrienta
Ladra, ladra esa ramera.
Hallo mejor que no fuera
Tan sucia i tan habladora,
Con su lengua corruptora
Pela al jénero humano,
I con este verso llano
Atájate peladora.

  De mí dice de contino
De que yo paso mintiendo,
I ella se lleva lambiendo
Platos me dijo un vecino.
Ese oficio es mas cochino
Yo te lo pruebo aquí ahora,
Infame calumniadora,
Cara de leon africano
I con este verso llano,
Atájate peladora.

  Dime quien te dió poder
Mulata yegua rabona,
Que hables de mi persona
Fuego humiando sin arder.
Tendrás que el palo morder
Con hambre de hora en hora,
Aquí al son de la tambora
Te casco de bien temprano,
Con este versito llano,
Atájate peladora.

  Si siempre te queda gana
Yo te las sabré quitar,
Hasta que te haga gritar
Imitando a una rana.
Bien te sacudo la lana
Con mi mano revisora,
Si te tienes por señora
No hables tanto que es en vano,
I con este verso llano,
Atájate peladora.

LA CHUSQUISA DE CHACABUCO

  Al fin vino una chusquisa
A mandarme hacer un verso,
I yo, sin hacer esfuerzo,
Al verla solté la risa.
Mas creo que ni camisa
Tenia ella en mis regalos,
Si los datos salen malos
Pregúntenle a esa mujer,
Porque el versito iba a ser
Por asunto de unos palos.