Peregrinación de Jesus.—Su en-
trada en Jerusalen.

  Despues de ser bautizado
Jesús, dice el Testamento,
Enseñó su mandamiento
A aquel pueblo empecatado.

  A los treinta años cumplidos
Jesus su casa dejó,
I por los pueblos salió
En busca de los impíos,
Bautizando a los judios.
Halló al Bautista nombrado,
Juan, al ver a su Cristo amado,
Le habló con bondad divina
I en Santidad se ilumina
Despues de ser bautizado.

  Las Samarias recorrió
Predicando a todos bien,
Despues a Jerusalen,
Por morir se encaminó;
El pueblo le recibió
Con gran júbilo i contento,
Pero desmintió al momento
Aquel júbilo finjido,
Siendo luego perseguido
Jesús, dice el Testamento.

  Al ver lo que Cristo hablaba,
El sacerdocio mas fuerte
Se unió para darle muerte
Al que tanto predicaba.
Júdas tambien secundaba
El terrible movimiento,
Jesús, aunque vió el tormento,
Sin embargo, no cayó,
I, hasta el dia en que murió,
Enseñó su mandamiento.

  Fallada la compra i venta
Del inocente Jesús,
Se acordó darle en la cruz
La muerte como una afrenta;
La misma historia nos cuenta
Que el sacerdocio malvado
Quedó tambien encargado
De cumplir lo que acordó,
I todo esto consintió
Aquel pueblo empecatado.

  Por fin, donde Anás está
Reunido el sacerdocio
Solo esperando al consocio
Que a vender su amigo vá;
El dinero listo ya
Está para el vendedor;
Júdas llega con temor
A la casa mencionada
I la plata fué entregada
Al miserable traidor.

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