JUAN VALIENTE
[HISTORIA TERRIBLE]
(continuacíon

  No faltarà quien me llame
al lér mi historia completa,
guaso atrevido i trompeta,
lengua larga i altanero,
pero así mismo yo quiero
darle con ella en la jeta.

  No me importa que se dude
del valor de mi relato,
tóito lo doi de barato,
ni me enojo ni me ofendo
porque al fin me comprendo
I sé con que bueyes trato.

  Se ojetarà que esta historia
es una pura jatancia;
me guardaré mi arrogancia
pá cuando pueda servirme
cara a cara a desmentirme
solo vendrá la inorancia.

  Si es verdá lo que rilato
que lo digan en el pago;
las señales de estragos
dejé ande quiera que juí,
i ande la pata metí
encontré siempre un alago.

  Hablen por mi las semillas
que en tuito el campo sembré;
los maridos que clavé
desmientanme si les gusta,
que a mi ninguno me asusta
i yo a mas de uno amansé.

  Pero escúcheme quen quiera
si le interesa mi historia;
quiero tráirla a la memoria
con señales i con pelos
pa que sosieguen mis duelos
los recuerdos de mi gloria.

  La joventú principiaba
a brindarme sus caricias;
cuando en tropel las delicias
la cabeza me eugolbieron
i casi me enloquecieron
con iluciones ficticias.

  Un juego estraño sentia
que en el anca comensaba
i derrepente saltaba
al celebro culebriando,
candente güella dejando
en tuito lo que tocaba!

  Yo no sè cual sería
la causa de aquel combate;
sino juera un disparate
al hombre jormal estraño,
creería que me echo daño
alguna vieja en el mate.

  Pero daño o no, lo cierto
es que yo, que me achicaba
cuaudo a una mosa miraba,
me golví tan alarife
que lo mesmo daba un bife
que a una china chichoneaba.

  I tal fama en el amor
alquirí a los pocos meses,
que la de aquellos franceses
ño Tenorio i ño Mejía,
tan mentáos entodavia,
no llegaba ni a mis pieses,

  Las viejas se estremecian
si conmigo trompesaban;
los maridos reculaban
al verme, i a las muchachas
como si jueran viscachas
los padres las encerraban.

  Pero donde yo plantaba
la vista diciendo: «quiero»
en jamàs allé chiquero
que no pudiera saltar,
ni perro que con ladrar
me tapara el agujero.

  Yo se pararme ande quiera
con un cuchillo en la mano,
no temo a ningun cristiano
ni reconosco mas lai
que mi capricho, i un Rai
me considero en el llano.

  Ansí es que a mi atrevimiento
ninguno le puso raya;
saltè a mi antojo la valla
que quiso serrarme el paso,
i sin temor a un frascaso
me largaba a la batalla.

  Algunas en quienes puse
mis intinciones ladinas,
me retrucaron…… ¡ah, chinas!
con la virtú….. i el deber……
pero yo….. ¿que le iba a hacer
¿dejarlas?… ¡pà sus madrinas!

  No hai maña que no conosca
ni trampa para mi nueva.
¿Decirme que no? ¡esta es breva?
i es hablar al santo ñudo;
yo se sacar un peludo
de la puerta de su cueva.

  Lo dificil para mí
es volver lo viejo nuevo
i casi a decir me atrevo
que porfeando viene a ser
tan dificil la muger……
como sorberse uno un huevo.

  Pa probar esta verdad,
borrando dudas oscuras,
haré de mis aventuras
el mas ligero relato,
dejando para otro rato
la historia de mis tristuras.

  Como violeta olorosa
que entre las hojas se escuende
i humildosa se defiende
de las caricias del viento,
en honesto apartamiento
que el sol apenas ofende

  Vivia una jovencita
dulce, sensilla i graciosa
frezca como blanca rosa
que recien se abre a la vida,
como perlita escondida
en su concha relumbrosa.

  Pilar la llamaban tuitos
i su amoroso mirar
a la Virgen del Pilar
cuentan que se parecia
i que era se comprendia
Virgen hasta en el amar.

  De ella naide murmuraba
solo en voz baja decian,
algunos que lo sabrian:
que nunca aceptó las flores
que en prienda de sus amores
mas de cuatro le ofrecian.

       ROLAK

Nota: verso de autor argentino que aun no identificamos, se agradece cualquier información.
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